29 oct 2011

El Oscuro Pasajero: ¿pingüino o pingüina?


El día de anteayer (“antier” para los profanos) se cumplió un año de la muerte de Néstor Kirchner. Recuerdo que ese día estaba en casa mirando uno de esos noticiarios locales de poca credibilidad y lleno de prejuicios sociales. Entre sus titulares apareció el anuncio de la muerte del ex mandatario argentino. Mi primera reacción fue de burla y de que eso era absurdo (mea culpa la idea de pensar que ciertas figuras tienen que tener muertes mas mediáticas y no repentinas). Inmediatamente revisé las noticias y resultó finalmente que era cierto.
Los analistas se avocaron a medir las consecuencias de tal acontecimiento, colocando los reflectores en su esposa y actual presidenta Cristina Fernández. A un año de los acontecimientos en ese momento ya se hablaba del impacto que tendría en las elecciones y la opinión era unánime, ante un kirchnerismo cada vez mas deslegitimado y agotado, la muerte de Néstor lo catapultaría a niveles históricos convirtiendo a Cristina de la consorte del gobernante tras las sombras a la viuda que permanece fuerte y que no se quiebra en la crisis.
El domingo pasado, el “modelo K” se impuso en unas elecciones más que históricas, donde ya no virtualmente, sino consagrada en la realidad, como en toda democracia (y sobre todo con la tradición cultural latinoamericana) el primer grito que se dio fue el de fraude. Pocos meses antes se hablaba de la decadencia del Modelo K y de su inminente fin; muchos actores sociales ya hacían sus apuestas hacia las nuevas fuerzas políticas que se podrían imponer; luego que se dieron las primarias y con la victoria aplastante de Cristina muchos de sus antiguos rivales y críticos se lanzaron a pactar acuerdos con una realidad que no iba a cambiar en las elecciones, y esta era que el Kirchnerismo llegó para quedarse.
¿Tuvo que ver la muerte de Néstor en el triunfo de Cristina? Marín Caparrós dijo que en la Argentina no hay político más poderoso que la muerte, y esto se hace presente desde la muerte de Juan Domingo Perón en donde el fantasma de Perón se mantiene flotando en todo el espectro social argentino. Asimismo, anteayer se erigió un mausoleo dedicado a Néstor, convirtiéndolo en el ángel protector de Cristina Fernández (de quien siempre me he preguntado el por qué de seguir usando en apellido de casada).
Cuenta un chiste en el que Bill y Hillary Clinton van en la carretera y miran a un empleado de una gasolinera, Hillary dice “ese fue mi novio” a lo que Bill responde “¿En serio? Si te hubieras casado con él serías la esposa de un empleado de gasolinera” comentario que Hillary replica sentenciando “No, si me hubiera casado con él, sería ahora Presidente de los Estados Unidos”. La fuerza y no la suerte de la consorte es la que muchas veces ayuda a un mandatario a subir al podio, y la Aaarrrgentina es ejemplo claro en el que Eva fue la mejor operadora política de Perón.
¿Pasó lo mismo con los K? en Cuentos Chinos Andrés Oppenheimer el economista narra un encuentro con Néstor y Cristina cuando éste era presidente, en tal reunión la hostilidad del mandatario hacia el escritor era evidente y se detuvo en un podio de arrogancia abandonando la reunión a la mitad, no así la esposa que decidió permanecer ahí para escuchar lo que tenía que decir su compatriota; la impresión del autor fue de una total desconfianza hacia Néstor, pero cierta empatía para con Cristina que, aunque navegaba en un espectro ideológico opuesto, por lo menos estaba dispuesta a debatir ideas.
¿Fue Cristina Fernández la principal operadora política del Kirchnerismo? Sí ¿Habría podido hacer algo sin Néstor? No.
El país se llenó de tributos hacia “él” porque nombrar a un santo en boca de un profano es pecado, Néstor Kirchner no existe, existe “Él” y solo él. El santo laico y secular de la Argentina mundial, peronista y popular. Ahora hay calles, escuelas, clínicas con su nombre, y el hombre ha desaparecido, ha nacido el mito, el mito reciente de un hombre que tiene todos los pecados del mundo, pero la virtud de sobrevivir a la peor crisis financiera de la Argentina.
Recuerdo cuando estuve en la Argentina de Cristina, la primera vez fue un 1 de mayo donde vi un comedor piquetero y una concentración en la plaza de mayo en la que me metí como uno más, recogiendo panfletos y midiendo de oídas el clamor nacional; tiempo después volví y era la Argentina del “futbol para todos” y el conflicto con Clarín, es decir, en el proceso de año y medio había visto una radicalización de la política oficialista en la que las criticas internas eran evidentes y los defensores de los K eran cada vez más extremistas.
Una cosa de la Argentina que uno mira es que es un país sencillo, sencillo en el sentido en el que no existe esa “complejidad” que existe en otras realidades políticas, donde todo se reduce a hinchadas y “K” y “Anti K” donde siempre se tiene que tomar postura (y les pongo un ejemplo claro para todos, entren a http://www.taringa.net y pongan en el foro la letra K, Modelo K, CFK o Kirchner aparecerán varias notas, lean los comentarios y verán como en fracción de segundos se polariza cualquier debate en K y anti K.
Hoy día la Argentina se prepara para la primera Autocracia legitimada por la democracia. Donde una sola persona tiene en su poder parlamento, sindicatos, la mayoría de las provincia y una diferencia abismal contra la fuerza política que le seguía, a nivel de que el termino de “oposición” es ahora nulo.
La Argentina en la que Néstor está con Perón, el Pueblo con Cristina es ahora evidente, pero ¿Cristina está con el pueblo? ¿Podrá llevar este mandato sin su principal aliado, sin Él? Reproduzco un fragmento de un cuento escrito el 15 de mayo de 2009 llamado “La solución final” donde se narraba el, en ese momento, único camino para hacer que Kircherismo ganara las elecciones. La conclusión es superada y confirmada por la realidad.
El resto es historia.



"–¿Y entonces?
–No se hagan los boludos, muchachos, que me entendieron perfecto.
Los tres hombres se miraron como se miran los que no quieren ver lo que están viendo: la esposa manoteando una entrepierna ajena, el telegrama de despido, aquella foto de sus veintiuno.
–¿Vos querés decir que para que hagamos una buena votación en junio se tendría que morir alguien?
Le preguntó despacito el segundo, muy flaco, barba rala, sus ojeras.
–Vos sabés que estoy diciendo eso.
–¿Pero quién, animal, de quién estás hablando?
–¿De quién voy a estar hablando?
El mozo llegó con la segunda botella de montchenot y un par de provoletas bien doradas. El tercer hombre, pelo largo entrecano, prestancia de caudillo antiguo, amagó una sonrisa: ¿pingüino o pingüina?
–Veo que ya nos vamos entendiendo."


20 oct 2011

El Oscuro Pasajero: Gaddafi


Tenía que pasar, y pasó, hoy en la mañana me desperté con la noticia de que Muamar Gaddafi ha sido capturado, pero como en todos los sucesos de informaciones parciales, a solo media hora de enterarme y ya en el autobús rumbo al trabajo me enteré con que en realidad Gaddafi no había sido capturado ni estaba herido, sino que estaba muerto. No he visto la foto porque no estaba ya con acceso a internet a la hora de enterarme de una información tal. La cosa se está poniendo de la pasita, pero como toda la información “relevante” en el mundo, se aplica la ley de los 30 días, es decir, si una información dura más de treinta días en los medios, pasa a resultar indiferente a los medios y se pasa al tema siguiente.
En este momento estoy escuchando a Carmen Aristegui que hace eco de la información de Al-Yazeera, y aunque no se haya manifestado de manera oficial EEUU, pareciera que la muerte de Gaddafi, junto con la caída de Sirte es cierta.
Para mucho se puede interpretar como el fin de la “primavera árabe”, para otros un doloroso proceso de transición a… a… algo.
¿Por qué? Porque en casos así siempre se da una relación binaria donde si Gaddafi es malo, los que están contra Gaddafi son intrínsecamente buenos, pero según Amnistía Internacional las violaciones a los derechos humanos son equitativas en ambos bandos, porque pues, son libios, libios son los gaddafistas y libios los rebeldes y en ciertas poblaciones la actitud ante la vida humana depende no del bando que eliges, sino del temperamento nacional y los medios de los que cuentes. Por ejemplo, en México se queja mucho la población civil de los militares, pero es casi seguro que si se le diera un arma a un civil y se le dijera “puedes torturarlo y matarlo, te garantizamos que no serás juzgado”, la naturaleza humana tendrá pocas objeciones ante la posibilidad de ejecutar una acción si tiene la certeza de que no tendrá objeciones morales ni sociales.
El hombre es el lobo del hombre” decía Thomas Hobbes si mal no recuerdo, en el Leviatán expone que el ser humano es malo por naturaleza, pero la sociedad le impone condiciones que lo orillan a actuar conforme al beneficio del colectivo y, para formar parte de éste, es necesario sublimar ciertos impulsos, al contrario de Rousseau que decía que el hombre es bueno y es la sociedad la que lo hace bueno (el buen salvaje).
Los libios se enfrentan ahora a los libios mismos y a una tradición histórica antidemocrática en la que las autocracias son parte de su condición de vida, como de la autocracia zarista de Rusia que pasó a la autocracia del Partido Comunista que pasó a la autocracia del gobierno “democrático” del Kremlin. Si en la región las dictaduras se impusieron por tanto tiempo y con rasgos tan similares es porque algo en la naturaleza social los impulsa a elegir dictaduras liberales en lugar de democracias restrictivas ¿cuánto dudarán las transiciones? ¿Libia ahora es un mejor país, más libre y democrático? ¿Será que la soberanía popular ha llegado para quedarse en el mundo árabe? Uno ve en las noticias que para los libios la democracia parece ser igual andar con AK-47 dando tiros al cielo mientras se grita “Alá es grande” y se dispara a mansalva ejecutando en ríos de sangre a gaddafistas. Que la democracia participativa consiste en gobernar desde Londres (gobierno compuesto por ex gaddafistas que se bajaron del barco antes de ser ejecutados por los crímenes que compartieron) y el nuevo amanecer para Oriente Medio llega por manos de la NATO.
Espero que los libios encuentren el norte, como espero que la gente sea un poco más inteligente como para entender que algunas cosas son más complejas que simples oposiciones binarias.
El resto es historia.

Recien me entero del fin de ETA, pero ta, para algunos recientes en este mundo fueron las primeras palabras, para otros las ultimas, para nosotros, algo dificil de creer...

14 oct 2011

el Oscuro Pasajero: la Guerra de Gardel


Yo de los Panamericanos tengo opiniones encontradas que me han colocado en un estado de balance perfecto; por un lado, la mala gestión de recursos, los plazos inconclusos y la opacidad a la hora de informar dejan mucho que desear de la producción misma, por el otro lado, ta, son jóvenes que vienen en una buena a un evento deportivo sin dejo de malicia.
 Eso sí, donde pongo objeciones es con eso de la derrama económica, en  teoría y principio sí, es así, pero si mal no recuerdo, los griegos invirtieron guita en caudales para los Juegos de Atenas, pero ante un error de cálculo causado por el exceso de optimismo ta, entre otros factores, hoy vemos a lo que llegó ese sobre endeudamiento. Pero, como digo, los panamericanos me han dejado en un estado zen entre elogios y criticas que me mantendrán en una postura eminentemente neutral durante su duración.
            Por otro lado, hay una noticia que ocupa mi atención estos días, y es la hipótesis sobre una guerra entre la Aarrgentina y el Uruguay.
El contexto, de forma rápida y somera fue que por allá creo que del 2006 (o después, como escribo esto desde el trabajo,  no recuerdo la fecha exacta y me es imposible ver una fuente, lo que digo lo digo de memoria, puesto que cuando llegué a Montevideo en 2008 los ánimos estaban caldeados y los puentes cortados) una empresa finlandesa de de celulosa se iba a instalar en el lado uruguayo del Rio Uruguay, casi ipso facto, un grupo de ambientalistas argentinos de Gualeguaychú protestaron ante el inminente impacto ambiental que esto provocaría. Como casi todo lo argentino (o en realidad, porteño) pasó de la protesta al radicalismo y el escenario se convirtió en propio de lo que los latinoamericanos estamos acostumbrados y en un mundo carpentiano entramos a lo real maravilloso de la sociedad americana.
Por un lado, parece que lo que molestó a los asambleístas de Gualeuaychú fue que la planta se pusiera de lado uruguayo, puesto que eso era fuentes de empleo para el otro lado, ya que de lado argentino había más de una planta de celulosa. De ahí se fue a las acusaciones de la violación del tratado del Río Uruguay sobre cuestión ambiental, el corte de puentes y una orden de mandar al ejército uruguayo a proteger la planta ante amenazas de los asambleístas de hacerla volar.
Cuando estuve en Montevideo traté de informarme de este asunto porque me parecía sui generis la idea de un conflicto semi militarizado entre dos países por una empresa privada, sumado a que la esposa del líder de los asambleístas apareció en Bailando por un sueño (el cual tiene unas 11000 rayitas por debajo en moralidad en comparación con el símil mexicano); llamadas de último momento al ministro del interior para que autorice la construcción de la planta y en alguna parte la foto de un misil argentino apuntando a Uruguay.  El calor del contexto lo resumo una vez en la que los Kirchner tenían una propuesta de ley para poner un impuesto al agro que perjudica a los productores del interior que quieran vender sus mercancías en Buenos Aires, cuando veo  Néstor dar un discurso en el que dice (y esto lo recuerdo claramente por las palabras), hablando de sus políticas hacia el campo, termina diciendo “No como los uruguayos ¡Que poco nos importan a nosotros!” y ahí el publico interrumpe en un estrepitoso aplauso aclamando a Néstor. Ese era el clima de lo que se conoce como el Conflicto de las papeleras. En ese momento los presidentes eran Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez.
Una vez puestos en contexto, iré a lo que me tiene interesado. La ley uruguaya prohíbe la reelección consecutiva, por lo que el presidente tiene que dejar pasar un periodo antes de volver a gobernar; el gobierno de Vázquez terminó posicionado como uno de los mejores gobiernos del continente, salteando la crisis internacional con superávit, aumentando las exportaciones y con programas sociales que beneficiaron a todos, es decir, casi era el retorno de la Suiza de América, lo que lo tenía como una luminaria internacional que, junto con Lula, era foco de elogios de todos los gobiernos; en resumidas cuentas,  tenía el país en unas condiciones que le aseguraría la reelección, y así era. En el actual gobierno de José Mujica todos los pronósticos decían (hasta hace tres días) que tenía la reelección asegurada, e incluso con un amplio margen. (Sería como si en Chile y Brasil alguien compitiera contra Bachelet o Lula respectivamente). Pero se le ocurre hacer tal vez el peor desliz de su carrera, un comentario innecesario, fuera de contexto, anacrónico que parece indicar que podría cambiar el panorama político de los próximos diez años en la Banda Oriental.
Vázquez, de hecho mas no de derecho en campaña para la reelección, en un discurso que dio en una escuela ante unos adolescentes se le ocurrió mencionar que entre las opciones vistas por el conflicto de las papeleras, una de ellas fue la de irse a la guerra contra la Aarrgentina. Más allá de las posibilidades tácticas que pueda tener un país de 3.5 millones de habitantes contra Argentina (que, se quiera o no, invariablemente es aliado estratégico de una potencia económica y militar como Brasil). Más allá de la idea tacita de irse a la guerra ahora sí, solo para proteger a una empresa privada (no una idea, no un sistema, no un conglomerado internacional, sino una fabrica), la sola aseveración deja más cosas al aire de las posibles, sería como Paraguay en la guerra e la Triple Alianza. Sumado a la aseveración de que Vázquez le pidió casi de favor a Condolezza Rice que le dijera Bush que si podían decirle a los argentinos que EEUU era amigo de Uruguay para evitar el, aún no se sabe, si “posible” conflicto, lo que se hizo y, según Vázquez, fue crucial para evitar el asunto.
            Las críticas fueron inmediatas, si bien el ejército sí se había movilizado, existe una diferencia entre defenderse de radicales ambientalistas específicos a irse a los palos contra otro país, sobre todo cuando por sentido común eres consciente que duras menos que Polonia en el 39. Dicen que fue porque lo dijo en un colegio católico del opus Dei y que por tal quería dar la idea de “miren, no soy tan de izquierda y soy amigo de EEUU” El resultado llegó anteayer, con un comunicado en el que Vázquez reitera sus dichos y anuncia su abandono de la actividad política.
La noticia no es gratuita, como dije, un día uno se acostó con una realidad política y al día siguiente el Frente Amplio convoca una reunión de emergencia para persuadir a Vázquez de no abandonar o, en su defecto, de ver qué hacer ante la perspectiva de perder su principal carta y gran parte de su capital político. Suena tonto, pero es como si de repente Enrique Peña Nieto dijera que no, que siempre no va a ser candidato y que se retira a Manga del Clavo.
Yo que sé, tal vez el mañana no nos pertenece ni siquiera en las cosas de las que tenemos una certidumbre axiomática.
El resto es historia.

Los dejo con dos resúmenes del conflicto de las papeleras y el discurso de Vázquez (la fuente de todo lo que estoy diciendo)
La realidad uruguaya en Botnia
como seria la guerra si se hubiera dado (esta es del cuarteto, asi que la rompe)
el discuros de Vázquez

9 oct 2011

El oscuro pasajero: tomar las calles


Navegando por la red de redes (ese elemento de interconexión global que pese a llevar año existiendo de repente pareciera que una parvada de jóvenes piensa que fue Steve Jobs el creador de la internet)
Señores, Steve Jobs fue un magnate multimillonario fundador de una empresa que hoy día demanda a todo el que le quiera quitar mercado (un líder autoritario, arrogante, narcisista y extremadamente detallista, que exprimía a sus empleados y que estaba obsesionado con el control, según Alan Deutschman), francamente creo que este tipo fue lo peor que le pudo pasar a las telecomunicaciones, convirtiendo un servicio necesario en una necesidad subjetiva donde la conectividad era lo de menos. Jovencitas que venden su virginidad por un Iphone (si tuviera esa plata, me compro un Xbox y unas prostitutas de menor precio, al final el efecto es el mismo), gente que mira con desprecio su Ipad porque ya salió el Ipad 2 (sí! Ahora con puerto USB!)
Cuando pienso en Apple y Steve Jobs solo me llega a la mente el episodio de los simpsons de Lisa contra Stacey Malibú y la nueva Stacey Malibú con sombrero nuevo. En realidad la “revolución” que encabezó no es más que un proceso evolutivo que se daría tarde o temprano, pero este se daría por canales accesibles y democráticos, no con gadgets que la gente no puede pagar (¿pero a quien le importa eso? Total, es un “visionario” y el que solo los que tengan plata suficiente puedan ser partícipe de sus visiones no es culpa de nadie, solo de los pobres si wifi)
Fue un Dios para un culto neo pagano donde sus ministros de culto se reúnen en templos prediseñados para escribir sus homilías, es decir, yuppies estudiantes de cine o diseño grafico en un Starbucks que reducen su pensamiento a una democracia de hashtag y 140 caracteres.
Tal vez el mejor descriptor de Jobs y Apple sea Richard Stallman '"Apple crea esposas digitales, hace creer a la gente que es 'cool' por tener sus productos y realiza juegos de marketing para que no parezca malo lo que hace" y, sobre todo, por la idea que comparto en este momento (y cito la fuente original para no pervertirla con la traduccion)
''I'm not glad he's dead, but I'm glad he's gone." Nobody deserves to have to die - not Jobs, not Mr. Bill, not even people guilty of bigger evils than theirs. But we all deserve the end of Jobs' malign influence on people's computing.''
Digo esto porque son estos mismos yuppies los que en Wall Street exigen el fin de un sistema que existe gracias precisamente a ellos.
Ayer vi, para sorpresa y desencanto que se está “convocando” para el 15 de octubre una acampada similar a la de Nueva York aquí en Guadalajara. ¿Por qué? Por al joven no le gusta ser escuchado, le gusta se reprimido.
La represión y la violencia son necesarias para el protestante, vive de ellas, se alimenta de estas, busca la represión porque esto lo autojustifica ante la humanidad y el colectivo, si convocan su “protesta” para el 15 es para que coincida con los panamericanos, la fecha no es gratuita, en la memoria histórica de los radicales existe la sensación de “el gobierno nos va a reprimir para no manchar los juegos” y es eso, eso es lo que desean porque así podrán salir campantes a decir “¿Ven? Les dijimos que el gobierno era malo malote”.
Pero la pregunta es ¿cuál es la consigna? Lo digo porque simplemente estoy hasta la madre de mi generación, harto de ellos, puede que me haya hecho viejo demasiado rápido, o que nunca fui joven. Pero en mi cabeza no cabe siquiera la idea de protestar sin tener propuesta en concreto. Si yo salgo y digo “quiero un mundo mejor” ¿Qué te dirán? Nadie te dirá que no, porque todos también lo quieren, pero ¿qué pasa? ¿Tienes propuestas? ¿Ideas? ¿O solo eres un imbécil que en lugar de ser propositivo prefieres sentarte para que las cámaras te vean y luego presumir en tu perfil de Facebook o en tu Twitter que fuiste parte de algo que cambió el mundo. Porque a diferencia del común de las protestas que siempre son contra algo en concreto que se puede tener una solución concreta (por ejemplo las corridas de Toros, si yo protesto contra ellas ya, es todo, sin ambigüedades, es lo que quiero y ahí está mi exigencia) pero pidiendo el fin de un sistema ¿por cuál otro? ¿Comunismo maoísta, leninista, el libro verde de Gaddafi, Bolivarianismo, Fascismo, nazismo, teocracia? ¿Cuál es el putos sistema que les llene sus putas cabezas que les de todo lo que quieran pero no les exija nada? Ah, claro, porque les encanta pedir pero cuando se les pide retribución se indignan y exigen que sea el Estado el proveedor.
El modelo capitalista no es el mejor, cualquiera lo sabe, pero como diría Churchill, comparado con los demás es el menor de los males.
No estoy pidiendo palo para los manifestantes, sino que no vayan y tengan el mínimo de conciencia como para primero decidir cómo lograr lo que quieren del mundo, no quererlo solo porque está de moda sentarse a pistear en una plaza pública.
No es una cuestión de echar culpas, sino de responsabilidades compartidas. No hay mexicano que tenga autoridad moral como para lanzar la primera piedra.
El resto es historia.

3 oct 2011

El Oscuro Pasajero: El Ala Oeste


Ya había advertido que estos días estaba pa’ la bobada y que el mundo medio que me iba a dar igual porque estaba en temporada de estrenos en televisión.
Vale, cosas están pasando, pero hasta que no atrapen a Gaddafi lo demás no me importa, ni siquiera los “indignados” neoyorquinos tienen vela en mis preocupaciones
(una duda para los paranoiquitos antisemitas, si el objetivo de los judíos es controlar el dinero y tenernos estupidizados ¿no sería más racional que sanearan sus finanzas masonas comunistas, porque yo, si quisiera esclavizar a un población, no sería un gil que entra de crisis en crisis [pero claro, controlo los medios menos la internet, cuando la internet es más fácil de controlar si se elabora un bot que rastree y bloquee contenidos antisistema, pero ta, hay quienes prefieren ser suspicaces que objetivos])
Pero eso no me va ni me viene, el tema de interés es el prime time, debo decir que, dejando de lado Dexter fue algo soso el inicio de temporadas, como desfasadas, de esas veces en las que dices “ok, cambiaron a los guionistas o algo así”, pero creo que era cosa de agarrar piso luego de tiempo sin verlas, los dos primeros episodios de la séptima de How i met your Mother no me gustaron mucho, pero el tercero es la onda.
Terra Nova ta, ta buena che, pero yo que sé, le falta algo (y le sobra Spielberg y sus siempre presentes extraterrestres intrínsecamente buenos)
Supongo que Homeland no da para más de una temporada ¿por qué? Porque una norma no escrita que he notado en el cotilleo de las series es que una premisa buenísima da una serie malísima que no pasa de la primera temporada (Jercicho, The Event, Flash Foward, Vanished)
¿Por qué? Porque cuando a uno se le ocurre una idea genial, desarrolla esa genialidad en una página, pero no tiene ni puta idea de cómo seguir tanto hacia adelante como hacia atrás (yo tengo una idea genial sobre que mezcla biblia y Highlander en donde desde el inicio de la humanidad existe un numero de inmortales [144000] que llevan milenios vagando por la tierra sin idea de cuál es su origen o destino o de siquiera porque no pueden morir ¿ah, a poco no suena como para el cantar Scy fi? U otra donde Dios decida hartarse de la humanidad y decrete no su destrucción, sino su esclavización definitiva haciendo un pacto con los siempre pragmáticos ingleses para que ellos se encarguen del gobierno civil con permiso del celestial [de haber pensado un argumento así a mediados del siglo pasado dirían que es una metáfora del colonialismo en África, para sí es ver ángeles destruyendo ciudades, realizando un matrimonio entre el orden político medieval y la tecnología y avances del siglo XXI], esas historias venden, pero falta guita y paciencia)
¿Pero Community? Esta es una serie que hasta ahora no me había decepcionado, y así es, simplemente el episodio 2 de la tercera temporada es más que nada una reputisima obra maestra de geopolítica y Annie gritando contra la Annie asiática en un simulacro de crisis global de la ONU. Simplemente el humor al que han llegado está más allá de ser meta, sino que es un nivel de sofisticación y guiños que te hace reír a la vez que intentas comprender la idea en los pequeños detalles. En el episodio Annie tiene una idea de un simulacro de la ONU y la Annie asiática le copia, así que se enfrentan cada uno en su simulacro propio, lo increíble es la mesa y las posiciones, Annie es obviamente EEUU, que cuenta con dos aliados, la Suiza de Abed y el Uruguay de Jeff, de otro lado, Shirley tiene a Chine, Pierce a Somalia y Troy Georgia (Britta decide no participar para protestar afuera del salón como buen altermundista), el simulacro inicia con un “si tienen dudas, estén de acuerdo con Annie”, así el panorama global se configura con un EEUU propone fuerzas de paz, Uruguay siempre está de acuerdo (ja!), Suiza está pa la bobada y no se compromete en nada, China tiene dinero, Georgia le da igual pero está obligada a votar a lo que diga China y Somalia solo abre sus puertas a los refugiados con engaños de un paraíso africano. “China tiene dinero ¿alguien quiere usar el dinero de China?” “Uruguay suena a eres gay”
Tal vez la escena magistral es cuando Annie grita porque los demás se están peleando por una trivialidad y se desmorona su modelo de la ONU, Abed simplemente retira el cartelito de Suiza para que no le llegue el golpe de Annie y así, queda consagrada la siempre neutral Suiza.
Pero hablando de política, como las series son semanales y me puedo quemar los estrenos en un solo día, tengo otros seis días al pedo y con el mono de más. Baje algunas, pero de entre ellas me quedé pasmado con una.
Tal vez fue contextual, ya que para cuando la comencé estaba en las últimas páginas de “el oso y el dragón” de Tom Clancy, donde, como ya habré dicho en más de una ocasión, la historia se centra en una invasión de China a Rusia; la novela se desarrolla en tres lugares, el Politburó de Pekín, el cuartel de la SVK rusa y el Despacho Oval.
Es una serie de 1999, tuvo 7 temporadas, se llama The West Wing, al parecer aclamada por la crítica y por analistas gubernamentales por su realismo y tratamiento de los conflictos; narra la presidencia demócrata de Joshua Bartlett, (lo que se entiende que lleve 7 temporadas, porque la serie inicia a un año de su gobierno, lo que encajaría el resto del mandato y la reelección).
Algo tienen las series previas al 11-S, en las que no existe esa semiparanoia hacia las estructuras gubernamentales y resaltan los antihéroes (para ser sincero, en el mundo de Clinton dudo que Lost o Dexter hayan tenido cabida, la sociedad no estaba lista para esa clase de personajes tan complejos, cuando lo más era un desapasionado Mulder que se convierte en escéptico y una ahora creyente Dana Scully)
Uno aprende demasiado de la dinámica interna de la Casa Blanca, lo irónico es que mientras en la novela de Clancy lo que se demuestra es una visión de la presidencia estilo Tea Party (donde es válido que el presidente sea “sincero” al comparar a China con la Alemania Nazi o decir descaradamente que va a elegir a los jueces de la Suprema Corte según su postura acerca del aborto ignorando al colegio de abogados por estar “corrompido por el sistema” o donde uno puede ridiculizar a la los ambientalistas porque impiden la riqueza, o quitarle los impuestos a los ricos porque ellos hacen la riqueza de América y ponerles impuestos es estropear el desarrollo), en The West Wing es la visión de cómo un demócrata configura la presidencia, donde casi cada decisión es una decisión ética que muchas veces no puede ser lo que nos guste, pero sí lo necesario. Es la historia de un presidente criticado por los medios como un blandito que espera demasiado tiempo para posicionarse acerca de algún tema. Ambas historias, la de la serie y la de Clancy fueron escritas, curiosamente, el mismo año, 1999, lo que pone de manifiesto que el radicalismo de derecha de EEUU no nace con el 11-S y que la cuasi amoralidad de Clinton en el despacho Oval es una marca de la que se quieren desprender, convirtiendo, en la serie, al presidente en un modelo de ética humana. O tal vez sean suposiciones mías y el desarrollo de ambas historias tenga otro fin, aunque reitero, ideológicamente están contrapuestas, pero fueron concebidas en la misma realidad política.
Pocas cosas curiosas se saben de la presidencia de EEUU, por ejemplo, que en una crisis global el presidente no viaja en el Air Force One como se cree tradicionalmente, ese es su avión, digamos, social. En caso de guerra es la familia del presidente la que viaja en este avión mientras que el mandatario sube a otro con el nombre clave “Pimienta” donde se encuentra todo el material necesario para un gabinete de crisis y que una vez pasado el peligro inmediato tiene que mantenerse volando por 4 horas mas, o que cuando el presidente da el discurso sobre el estado de la nación, un miembro del gabinete no puede estar presente, ya que como la totalidad del gobierno está en el capitolio escuchando el discurso, en caso de atentado uno tiene que estar retirado para que exista una línea sucesoria (en la novela de Clancy es precisamente así como Ryan se convierte en presidente luego de que un 747 se estrellara en el Capitolio, en la serie lo que se pone de manifiesto es hasta qué punto es algo difícil saber quién se queda afuera y la presión psicológica de saber que si pasa algo, serias tú el que ordene lanzar las bombas): incluso hasta qué punto la relación con la prensa es de odio-odio-odio y supongo que en algún momento una pizca de amor, creo que aquí no hay diferencias, en ambos relatos el peor enemigo es el periodista incisivo que busca cualquier desliz en una frase o palabra por parte de un miembro del gabinete para tener un titular al día siguiente (solo que en el mundo de Clancy el secreto es insultarlos y llamarlos idiotas enemigos de América, en la serie pues… tratar de minimizar el daño de manera diplomática).
Creo que es una de las sorpresas mas gratas que me he encontrado, es ingeniosa, graciosa e ideológicamente afín a mis posturas donde América no es la América de los padres fundadores y dueña del mundo, sino una América pragmática que aprende a desenvolverse según ciertos principios éticos que muchas veces tienen que ser pasados por delante, el fin no justifica los medios, sino que salvar miles de vidas a veces tiene el costo moral de sobornar a la India cuando esta decide atacar a Pakistán (en el mundo de Clancy habría invadido a la India para salvar la democracia Pakistaní).
Solo falta la segunda temporada para The Wlaking dead, pero como ocurre con las cosas que me gustan, la parafernalia reciente en torno a los zombies ha provocado que dejen de gustarme en gran medida.
Nota al margen: el 11-S y el 11-M son estilo de nomenclatura para referirse a desgracias ¿por qué los españoles la usan indiscriminada mente para referirse a todo lo que ellos creen que es histórico? (20-N son unas elecciones, no una revolución, además es posible que gane Rajoy, lo que a los “indignados” no les va a caer en gracia)
Nota al margen 2: algo odio, odio de manera irracional y lo odio tanto al concepto como todo el que esté involucrado en algo similar, me refiero a esos programas de “revista” matutinas que tradicionalmente inician a las 9:00 am, dan consejos de cocina, llevan artistas gruperos y tienen resúmenes de telenovelas y chismes de famosos, si algo odio con todos los prejuicios existentes, son esos programas, prefiero una película checa del año 70 sin subtítulos que aguantar 10 minutos de esa “alegría” que irradian cada mañana.
El resto es historia.