30 may 2011

El Oscuro Pasajero: Community


Hace mucho que no hablo de televisión, en realidad porque hace tiempo que no me quedaba enganchado  a una serie, porque hay una diferencia entre ver algo que te gusta y quedarte enganchado, en el segundo escenario, luego de mirar algo, tienes ese no sé qué que te hace querer mirar cómo sigue, como una buena novela que lees hasta bastante noche, no como un libro que te late y de vez en cuando le sigues la historia.
            A Community, como a todas las cosas que me fascinan, comencé odiándolas y bañándola en críticas, nunca le di vida más allá de la primera temporada. Vi el primer capítulo y lo que vi era una serie cómica más, bastante peor que otras que ocupaban mi atención (y la santísima Tina “Liz Lemmon” Fey es testigo de que su imperio es total); realmente no entendía la selección de personajes, de los que apenas conocía 4, simplemente la condené al fracaso y di carpetazo a toda la posibilidad de intención de verla.
Pasaron los meses, incluso los años y esta serie y yo seguían con sus vidas, cada uno condenado a vivir en su mundo, sin cruzarse.
Hace poco, cuando el Canal Sony hizo un especial de los mejores episodios de comedia,  me sorprendió ver que Community figuraba en la lista, aunque no lo vi y nunca supe cuál era, por lo menos retornó a mi psique su existencia.
Ahora sí, hace poco tiempo el blog de Alberto Rey (de cierta forma una buena guía para elegir qué ver y qué no) miraba como se deshacía de elogios a la serie, así que me decidí a mirar un episodio, y al ser una comedia, no había riesgo argumental alguno si elegía cualquier episodio al azar.

Para resumir, quedé enganchado.
El argumento es tan soso y  tonto que por eso funciona, debido a que es fácilmente prescindible y  puede jugar con él cómo quieran. La historia es solamente 7 personas que acuden a  la universidad pública y forman un grupo de estudio para salvar una clase (la clase varía por temporada, en la primera es español y la segunda es antropología). La serie está protagonizada por Joel McHale (que, como troy McLure, tal vez lo recordarán por programas como “the soup”), que interpreta a Jeff, un exitoso abogado que una vez que se descubre que si título es falso, tiene que, ahora sí, ganárselo como se debe, pero como todos, se busca el esfuerzo mínimo, así que cae en la peor universidad del país. El mosaico lo conforma una selección interétnica de personajes de diferentes credos y razas, seguido de Jeff está Britta, feminista atea con conciencia social;  Troy, ex estrella colegial de futbol y testigo de Jehová; Shirley, cristiana evangélica, madre soltera de dos hijos (la Aunt Jemima de la serie); Abed, musulmán con síndrome de Asperger cuya vida la mira por medio de series de televisión; Annie, linda judía, la inocente y bonita del grupo que es realmente la única interesada en estudiar de verdad;  Pierce, el genial Chevy Chase convertido en vejete amargado perteneciente a un culto de esos que dan más risa que lastima.
La capacidad disociante de este grupo le permite a la serie moverse por sí misma; tienen una historia, es decir, hechos de episodios anteriores tienen secuencia y resonancia en los siguientes, pero más allá de eso, ver cada episodio es una delicia porque está hecho de manera redonda; durante 20 minutos uno mira una historia propia que no necesita de las demás porque es un homenaje autorreferencial a un género determinado.
La mayoría no entendería bastante los chistes de la serie si no está bañado en una profunda cultura televisiva y algo de cultura general. Por ejemplo, la simpleza de lo que es un “episodio botella” (recurso clásico de que usan algunas series en la que todo el episodio transcurre con los personajes encerrados en un solo lugar, léase, el capítulo del restaurant chino de Seinfield), constantes referencias a la aspirada muerte de los integrantes de Glee, referencias a Lost (aquí me pierdo, nunca la vi), los ya tradicionales chistes racistas; así como parodias u homenajes a géneros determinados, como la serie “modern warfare” en la que convierten un juego de gotcha en una pesadilla postapocaliptica; terminar encerrados en un simulador espacial de KFC,  la forma de “arte” fílmico al hacer una película acerca de Jesús que hace una película acerca de Jesús donde Dios es el director pero es el actor ya que Jesús es el director (así de “artísticas” son las películas actuales); una épica historia narrada por medio de un juego de calabozos y dragones o una epidemia zombie en la fiesta de Halloween. Lo interesante es que tiene el mismo estilo de humor sofisticado de Frasier o Seinfield, donde entre broma y referencia televisiva aparece la cita culta, la reflexión y la idea de que estás ante un metadiscurso (sea lo que sea eso). Sin duda la mejor serie cómica que he visto en mi vida (sorry TinaL ), vale, van dos temporadas, ansío la tercera, y el episodio de navidad creo que tuvo el mismo impacto emocional que ver a Rita en una bañera llena de sangre (Vale, no tan así, pero algo así). La serie funciona por las formas en las que las grandes series son recoradas, los simpsons (en su buena época, no la basura de ahora) se autodefinió por pequeñas sitauciones repetitivas que generaban sentimiento afectivo, las llamads de Bart a Moe, los carteles de “el barto”, Homero diciendo que algo es el sueño de su vida y Marge respondiendo que el sueño de su vida era otra cosa y la hizo hace poco, los atormentantes recuerdos de Vietnam de Skinner, todo eso la hizo memorable, así como la intempestiva entrada de Kramer al departamento de Jerry. Situaciones que no requieren de guión, pero que le dan forma y carácter a los personajes, Community funciona porque nació de la mente de personas que se la viven mirando series, aprendieron de sus reglas, sus formulas, saben qué falla, saben qué genera risas, esa es la gloria de una serie diseñada  por “frikis”, todo se entiende, siempre y cuando destines el mismo tiempo a la tele que a Heidegger.
Y simplemente, la mejor clase de antropología que he visto, definida por el mismo McHale “la mejor clase para aprobar sin esfuerzo: antropología ¿quién lo hubiera dicho?”
El resto es historia.
La serie la tienen completa acá (si Ángeles Sinde nos deja pues)
recomiendo “Basic Rocket science” “Messianic miths and Ancien People” “paradigms of human memory” y “Modern Warfare”.

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