CARMEN ARISTEGUI Y JENARO VILLAMIL
MIENTEN
El lunes 22 de junio, Carmen Aristegui y Jenaro Villamil presentaron en radio un libro que difunde una serie de mentiras con respecto a Grupo Televisa.
Grupo Televisa ha resistido paciente y tolerantemente los infundios que repetidamente se han divulgado sobre su desempeño. Sin embargo, esta actitud no puede ni debe mantenerse ante calumnias como las que se vertieron en ese programa.
PRIMERA MENTIRA. Afirman que “un promedio de 800,900 millones de pesos anuales” dedica el gobierno del Estado de México a la “compra de tiempo aire y pago de asesorías” a Televisa a través de distintas centrales de medios. La cuenta es absurda. Un ejemplo: en el año 2006 Televisa ingresó y reportó 778 millones de pesos por el total de publicidad política en televisión. Por tratarse de una elección presidencial, 2006 fue el año de mayores ventas de este tipo en todos los medios de comunicación nacionales. Así, el cálculo es mentiroso, un engaño, ya que sería tanto como suponer que el gobernador Enrique Peña Nieto se ha venido promocionando en televisión, año con año, más que todos los candidatos de todos los partidos a todos los puestos de elección popular que se renovaron en esos comicios. Ridículo y mentiroso.
SEGUNDA MENTIRA. Dicen que los dueños de Televisa tienen una estructura paralela mediante la cual ocultan información a los accionistas minoritarios. Dicha estructura, afirman, está constituida por las empresas TVPromo, Radar y CreaTV y aseguran que son precisamente esas empresas las que han establecido supuestos contratos con Peña Nieto. Grupo Televisa informa que sus dueños no son accionistas de TVPromo, Radar o CreaTV, y que esas tres empresas no tienen, ni han tenido, contrato alguno con Televisa relacionado con el gobierno de l Estado de México.
TERCERA MENTIRA: Apuntan que “Roberto Hernández, el ex accionista de Banamex se transforma en el segundo accionista en importancia después de Emilia Azcárraga Jean dentro de la televisora”. La información es pública y contundente, pero los comunicadores de esta falsedad no se tomaron la molestia de consultarla: Roberto Hernández no figura en la lista de los mayores tenedores de acciones ya que posee menos del uno por ciento total accionario de la empresa. El trabajo del señor Villamil no cumple siquiera con los requisitos de rigor mínimo de cualquier trabajo de investigación serio: la consulta de información pública y su verificación. Villamil debe recordar que no por gritar una mentira ésta se convertirá en verdad, que no por publicar en Proceso tiene licencia para difamar.
CUARTA MENTIRA: Sostienen que “es 2005 el año donde Salinas es presentado ante el Consejo de Administración de Televisa como parte ya también de los asesores de Bernardo Gómez y de Emilio Azcárraga Jean”. Esta es una afirmación falsa en toda su extensión. Carlos Salinas jamás ha sido presentado ni se ha desempeñado como asesor de ningún ejecutivo de Televisa. La única vez que el ex presidente estuvo reunido con los directivos de Televisa (que no con su Consejo de Administración, como mentirosamente lo afirma Villamil) fue en una convención del Grupo en 2005 en Cozumel, ocasión en la que también fueron invitados a dar pláticas otras personalidades del sector público y directivos de empresas, de México y del extranjero, como sucede todos los años en esas convenciones.
QUINTA MENTIRA: Señalan que la cobertura noticiosa a Enrique Peña Nieto es “absolutamente anómala, absolutamente fuera de lugar, sin ninguna justificación periodística”. Habrá que recordarle a Carmen Aristegui y al señor Villamil que los noticieros de Televisa siempre han tenido una fuerte carga de contenidos provenientes del área metropolitana de la Ciudad de México. Además, hay que señalar que el Estado de México es la entidad con mayor población del país. La cobertura a la política, economía, sociedad y cultura de esa entidad va en proporción a la audiencia interesada que se informa en los canales de Televisa. Por eso mismo, muy similar es la cobertura que actualmente recibe el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, como lo fue la que en su momento recibió Andrés Manuel López Obrador.
SEXTA MENTIRA: Elucubran que por la inversión publicitaria del Estado de México en Televisa se han minimizado “vulnerabilidades” de su gobernaador. Y cita el avance del narcotráfico, la cantidad de mujeres mexiquenses asesinadas, el caso Atenco y la muerte de la esposa del mandatario estatal. Todos son temas de las que se ha informado puntualmente en Televisa. Sólo es necesario sintonizar cualquier noticiario de Televisa para ver como se relata la guerra contra el crimen organizado en esa entidad y en todo el país. Por otro lado, nuestros informativos han transmitido diversos reportajes sobre el caso de las mujeres muertas en el Estado de México y las agresiones entre policías y manifestantes en Atenco se transmitieron en vivo y en directo. El reportaje del fallecimiento de la señora Pretellini se relató en los términos en los que lo informó la autoridad. Si Aristegui y Villamil tuvieran pruebas para sustentar otra versión de los hechos valdría la pena que las exhibieran y las presentaran ante las autoridades.
En cuanto a Jenaro Villamil ¿qué podemos esperar de la veracidad de su contenido? Un “periodista de consigna” que ni siquiera conoce los nombres de los ejecutivos de Televisa, empresa a la que lleva “investigando” tantos años. Aquí algunos ejemplos: Villamil menciona a José Gastón en lugar de José Bastón (Proceso 1682) y a Adolfo de Angoitia en lugar de Alfonso de Angoitia (Proceso 1701). Un ejemplo más: Villamil “descubre” (Proceso 1575) que Leopoldo Gómez, actual Vicepresidente de Noticieros, es hermano de Bernardo Gómez, Vicepresidente Ejecutivo. Una mentira más. La coincidencia de apellidos no asegura que sean parientes, como no lo son. Ninguno de estos errores se puede justificar bajo una perspectiva de periodismo de investigación mínimamente documentado.
Villamil lleva años difamando a Televisa por cuenta y orden de la revista Proceso. En este sentido, Andrés Manuel López Obrador no estaba equivocado cuando en una carta dirigida al director de ese semanario afirmó: “el propósito de estas líneas es expresar mi desacuerdo con la actitud de los duendes que existen en la redacción de la revista Proceso… mi crítica va dirigida a quienes, invocando una supuesta pluralidad, nos calumnian…” (Proceso 1698). Villamil es uno de esos duendes, que hacen de la calumnia un oficio.
Grupo Televisa fija esta postura para que la audiencia de Carmen Aristegui y Jenaro Villamil tenga un verdadero acceso a la información plural, conozca cuáles son las mentiras que divulgan y no esté sujeta a la manipulación interesada.
Responsable de la publicación: Manuel Compeán Palacios, Director General Corporativo de Comunicación, Grupo Televisa.
Vía elsemanario.com.mx
En la “nota final” del desplegado a plana entera se agregan datos sobre montos económicos relacionados al tiempo en el que Carmen Aristegui trabajó en W Radio; por cierto, en esta parte hasta a Javier Solórzano le tocó:
“Carmen Aristegui ha hecho de la diatriba a Televisa su modus vivendi, a pesar de que de 2004 a 2007 su participación en W Radio, empresa filial de esta casa, reportó pérdidas por 9.2 millones de pesos, que sumadas a las de Javier Solórzano entre 2004 y 2005, con quien Aristegui negoció su entrada a la W, ascendieron a 14.5 millones de pesos. Tan solo en 2007, Aristegui recibió un ingreso de 3.6 millones de pesos de esa empresa filial. Además de estas cuestiones financieras, en su oportunidad Grupo Prisa, encargada de la línea editorial de W Radio, explicó que Aristegui salió de la programación debido a que tras un año de conversaciones no hubo posibilidad de acuerdo para que ella se incorporara a un modelo basado en el ‘trabajo en equipo’ y el ‘derecho a la información plural’. Ni rentabilidad, ni trabajo en equipo, ni información plural. Es ahí donde se pueden encontrar las razones de la salida de Aristegui de la W y no en una supuesta ‘conspiración’ de intereses eclesiásticos-empresariales-políticos obsesionados con ‘silenciar su voz’, como ella y sus allegados han sostenido. Nada más alejado de la verdad.
“La insistencia de Aristegui de promover las mentiras de Villamil solo puede entenderse como el pago a las veces que Villamil ‘defendió’ en las páginas de Proceso la salida de Aristegui de su programa de radio, al confundir una decisión de sentido común para una empresa de radio con un supuesto ataque a la libertad de expresión”.
aquí pueden encontrar la replica de Aristegui y Villamil
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