La aparición de un extraño personaje en San Salvador a fines del siglo XIX, ha despertado una serie de teorías para explicar su origen.
por John Lamperti Traducido por Carlos Miguel Los "peliculeros" que vieron "Una Mente Brillante", el filme biográfico ganador del Oscar sobre el matemático John Nash, fueron indudablemente conmovidos por su lucha con la esquizofrenia, su eventual recuperación y el otorgamiento del premio Nobel en economía en 1994. Era obvio que el apoyo que Nash recibió a través de los años de su esposa Alicia Lardé fue vital para su sobrevivencia. Sin embargo, El filme nunca reveló que Alicia era salvadoreña. El libro en el que la película esta basada si menciona la conexión e incluye algunas pistas intrigantes acerca de algunos miembros de la familia Lardé. Siguiendo estas pistas llevan rápidamente a la intrigante y enigmática figura de don Justo Armas.
Un curioso hecho se destaca. Don Justo siempre aparecía en sociedad vestido impecable y acicalado….y descalzo.
Justo Armas era una persona real, eso no se cuestiona. El no nació en El Salvador, pero apareció en su capital en algún tiempo al final del siglo 19, ya en sus años medios. De alguna manera ganó rápido acceso a muchas de las familias más prominentes de la sociedad salvadoreña, incluyendo a los Lardé, quienes eran acomodados y muy bien relacionados, aunque no considerados dentro de "Los Catorce". Don Justo tenia maneras elegantes europeas, hablaba un educado y fluido alemán entre otros idiomas, y aparentaba poseer un extenso conocimiento de la sociedad de la clase alta Europea y asuntos de la corte, especialmente los de Austria y sus vecindades. Con esas virtudes, el fue capaz de establecer un servicio de banquetes que proveía de comida, bebida y servidumbre para muchas funciones sociales de alto nivel: sus servicios incluían el uso de cubiertos y utensilios de mesa de primera clase, de los que poseía una considerable existencia. En los primeros años del siglo 20, la participación de don Justo Armas era de rigor en los principales eventos sociales de San Salvador. Además del servicio de banquetes, el dio clases de buenas maneras y etiqueta a las jóvenes señoritas de las familias prominentes. Un curioso hecho se destaca. Don Justo siempre aparecía en sociedad vestido impecable y acicalado….y descalzo. ¿Quien era este hombre sobresaliente? ¿De donde vino, y como adquirió sus inusuales talentos y posición? Dos impresionantes teorías han sido seriamente propuestas; como veremos, una de ellas, pero no la otra, parece fácil de refutar. Por supuesto es posible que ninguna sea verdadera. Aquí se presentan esas tres alternativas.
1) Justo armas era el príncipe de la corona Rodolfo, el único hijo del emperador Austro-Húngaro Francisco José. Esto, naturalmente, es igualmente imposible, ya que Rodolfo murió en Mayerling cerca de Viena en 1889 junto a su jóven amante la Baronesa María Vetsera. Ambas muertes fueron descritas como suicidios (o quizás asesinato y suicidio), motivados por las frustraciones y desesperación de su amor ilícito. Inmediatamente se levantaron sospechas de que el príncipe de la corona fue el objetivo de un complot de asesinato político, las cuales hasta la fecha persisten. Lo que sea que se encuentre detrás de los hechos en Mayerling, si Rodolfo en efecto murió ahí, difícilmente pudo haberse convertido en Justo Armas. Es la hipótesis del Príncipe Rodolfo la que conecta a Justo Armas con Alicia Lardé (señora de John Nash). Uno de sus tíos, Enrique Lardé (1899-1993), ha presentado una teoría de dos partes. Primero, él indica ser el hijo natural de don Justo Armas, y segundo, el afirma que Justo Armas era en realidad Rodolfo de Austria, quien no murió en Mayerling después de todo. El Dr. Lardé escribió un corto libro acerca del asunto, el cual fue publicado poco después de su muerte a través de los esfuerzos de su hijo (también llamado Enrique). Ese libro es la fuente, aparentemente la única, para el siguiente relato. de acuerdo a esta teoría, el príncipe de la corona Rodolfo no fue asesinado en Mayerling, sino que le fue dada la oportunidad de salvar su vida al dejar Europa para siempre y adoptar una nueva identidad. (La Baronesa Vetsera tampoco murió, pero en su lugar fue confinada de por vida a un convento de las Carmelitas.) Rodolfo navegó desde Hamburgo en un barco propiedad de su primo Johann Salvator. Ellos arribaron con seguridad a La Plata (en las costas de Argentina), pero el barco se hundió en una tormenta mientras intentaban cruzar el Estrecho de Magallanes. Todos se ahogaron, excepto por Rodolfo. Mientras se aferraba al naufragio, el ex-príncipe de la corona hizo un voto a la Virgen María de que el no volvería a calzar zapatos si su vida era salvada. Un pequeño barco de pesca lo recogió brevemente después. Por cerca de diez años Rodolfo vivió y trabajó junto a los pescadores y campesinos de Argentina, luego partió a El Salvador, adonde arribo en 1898 bajo el pseudónimo de Justo Armas. Vivió en San Salvador hasta su muerte en 1936. "En aquellos días", escribió Lardé, "cuando el Archiduque vino a El Salvador, el único hotel en la ciudad era el Hotel Europa, cuyos propietarios eran mis padres, Don Jorge Lardé y Doña Amelie Arthés de Lardé. El Archiduque, quien ya no hacia uso de sus títulos de nobleza, y ahora, conocido como "Justo Armas", se enamoró de Doña Amelie Arthés de Larde, y el primer y único hijo del Archiduque nació. Yo soy ese niño" El Señor Lardé apoya su teoría con evidencia circunstancial, el afirma que el "secreto" de la identidad de Justo Armas era ampliamente conocida, ó al menos sospechada. "El cónsul de Austria", el dice, "quien lo había conocido (al Archiduque Rodolfo) en medio de una opulencia ancestral en su patria, lo reconoció descalzo en El Salvador" el añade que esto causo "gran conmoción" en la oficina! Pero aunque "Toda la sociedad Salvadoreña de aquel tiempo" conocía el secreto, Don Justo únicamente reveló su identidad a una persona. Esa persona era la madre de Enrique Lardé, Doña Amelie. Brevemente antes de su muerte en 1911, ella explicó a su hijo que don Justo era su padre biológico (él había sido adoptado por Jorge Lardé) y además que don Justo Armas era el príncipe de la corona Rodolfo de Austria. O al menos eso fue lo que le dijo a ella, mucho años antes. Es entendible que Enrique Lardé creyera sin reserva la confesión de muerte de su madre, y no hay razón aparente para dudar que Justo Armas fue su amante y el padre de al menos este hijo suyo. Don Justo pudo bien haberle dicho a ella, y ella haberle creído que él era el príncipe de la corona. Esa segunda parte de la historia, sin embargo, es menos creíble que la primera y requiere un mayor nivel de pruebas para ser aceptada como verdadera.
2) Don Justo Armas era el Emperador Maximiliano, el hermano menor del Emperador Francisco José de Austro-Hungría Por supuesto el mundo "conoce" que esto es igualmente imposible. El breve reinado de Maximiliano en México colapsó en 1867, brevemente después de que Napoleón III retirara las tropas francesas que lo habían establecido y mantenido en el trono. El emperador pudo haber abdicado y regresado a Europa con el ejército Francés, pero eligió quedarse por el sentido del deber y en obligación hacia sus seguidores. Maximiliano fue prontamente capturado por las fuerzas de la República Mexicana encabezadas por Benito Juárez, y después fue juzgado en corte marcial, sentenciado a muerte, y ejecutado en el Cerro de las Campanas cerca de Querétaro en 1867. Si eso es así, el ex-emperador difícilmente pudo haber reaparecido en El Salvador como Justo Armas. Un arquitecto Salvadoreño, Rolando Déneke, ha estado intrigado por años con el misterio de Justo Armas y ha dedicado tiempo y recursos para investigar su origen. Déneke ha elaborado un fuerte caso para la teoría de que Justo Armas era Maximiliano. Su trabajo no ha sido publicado, aunque se ha prometido en un cercano futuro. (n.d.t. puede que se deba a los problemas de salud del Arq. Déneke). Sin embargo, un diplomático español asignado por un tiempo a El Salvador conoció a Déneke y conoció varios detalles de su investigación. Este hombre, Santiago Miralles Huete, ha presentado la teoría en la forma de una entretenida novela titulada "La Tierra Ligera", recientemente publicada en Madrid (3). Esa novela es la principal fuente del siguiente resumen del caso expuesto por el Sr. Déneke. Un aún más nuevo libro(4), un relato sobre la carrera imperial de Maximiliano, expone la teoría de Déneke pero aparentemente ofrece poca evidencia adicional Naturalmente el primer y probablemente más difícil punto a ser explicado es la aparente ejecución de Maximiliano en 1867. La respuesta dada por Déneke (y Miralles) implica el hecho reportado de que Maximiliano, Justo Armas, y Benito Juárez eran miembros de alto rango del orden masónico. Una ley importante de la masonería prohíbe el asesinato de hermanos masones. Esta ley le presentó a Juárez un doloroso dilema: Mientras que la muerte de Maximiliano aparentaba ser necesaria por cuestiones de estado(5) el no debía matar a un compañero Masón. La solución que Juárez encontró(6) fue una falsa ejecución, seguida de la desaparición eterna de Maximiliano de Austria. Para hacer que este esquema funcionara, Maximiliano juró solemnemente utilizar siempre un sobrenombre y nunca revelar que el ex-emperador seguía vivo. Su nueva identidad era la de Justo Armas, la extraña figura que apareció en Centro América unos cuantos meses después de la supuesta muerte de Maximiliano. Armas apareció primeramente en Costa Rica, pero en el lapso de tres años llegó a El Salvador donde pasó el resto de su larga y próspera vida. Según este relato, Armas tuvo que haber inmigrado a El Salvador a inicios de los 1870s. Seguido a la supuesta ejecución del ex-emperador por un escuadrón de fusilamiento, el cuerpo embalsamado de Maximiliano fue enviado a Austria (n.d.t. Cuenta la historia que Maximiliano tenia ojos celestes, cuando se embalsamó el cadáver, sus ojos fueron retirados y en su lugar se colocaron los ojos de cristal de una Santa Ursula). Cuando el ataúd fue abierto, su madre según se dice exclamó: "¡Este no es mi hijo!". También se reportó que después de la ejecución, Benito Juárez publicó un edicto anunciando que el Archiduque Francisco Maximiliano de Austria había sido "hecho justo por las armas", un eufemismo para la ejecución. Esta frase, según se sugiere, fué el origen del nombre "Justo Armas" De acuerdo a la teoría, su alto rango en el orden Masónico fue la clave de la cálida e inmediata aceptación dada al desconocido don Justo de arte de miembros de la elite salvadoreña. El vice-presidente de la nación y además canciller, son Gregorio Arbizú, lo recibió cálidamente y le encontró un respetable trabajo de gobierno. Además de ser masón, el Sr. Arbizú era un conocido simpatizante de la monarquía lo cual pudo haber facilitado su amistad. Prontamente don Justo se instaló en una casa de su propiedad donde se rodeó de "docenas de objetos de Maximiliano de Hasburg los cuales habían sido transportados desde México por una mano invisible". Aún hay más. Se decía que Justo Armas presentaba una impactante semejanza con Maximiliano, una vez que las diferencias de edad y vestimenta eran tomadas en cuenta. Según se informa, don Justo declaró su identidad como ex-emperador a al menos una persona durante sus años en El Salvador; por supuesto, aún si lo hizo, esto no puede ser considerado concluyente. Una dama Mexicana (conocida como "La Paloma") quien según se dice había sido la amante del emperador durante sus años en el trono, se convirtió en monja luego de su muerte. Como la "Hermana Trinidad" trabajó en un hospital de San Salvador (n.d.t. En el Hospital Rosales) y era conocido que visitaba regularmente a don Justo Armas, algo muy inusual para una mujer en su situación. Quizas la pieza más sugestiva de evidencia, verificable parcialmente, es la visita en 1914 o 1915 de dos emisarios del gobierno Austríaco. Estos hombres aparentemente evitaron contactar a los oficiales del gobierno salvadoreño y en su lugar persistentemente buscaron una entrevista con un renuente don Justo. Cuando finalmente se encontraron, se dice que los Austríacos le rogaron para que "regresara" con ellos a Austria y asumiera allá su "legítima posición", una oferta o petición que Armas firmemente rechazó. Todo esto, de verificarse, se suma a un sugestivo, sino atractivo caso circunstancial de que don Justo Armas era de hecho el anterior Emperador Maximiliano de México. Curiosamente, esta teoría es mencionada cerca del principio del libro del Dr. Lardé en una corta sección titulada "El no era Maximiliano" (Un lector nuevo a estos cuestionamientos pudiera bien preguntar "¿Quien dijo que lo fuera?") sin embargo, tal sección no ofrece evidencia real para su (negativa) tesis, argumentando circunstancialmente que "aún cuando no le hubieran disparado y hubiera tenido éxito escapando de México, tal como lo afirman quienes inventaron esta historia, Maximiliano hubiese regresado a su propio país. …Además, cuando Don Justo llegó a El Salvador en 1898, se miraba en sus cuarentas años de edad, los que de hecho tenía, y no los sesenta y seis años de su tío, el Emperador de México. " El Dr. Lardé se pregunta porque, si Justo Armas era realmente Maximiilano, el hubiese tenido treinta y un años "ocultándose" entre "irse de México en 1867" y su "supuesta llegada en 1867" a El Salvador en 1898. El sin embargo, menciona que había un "gran parecido" entre los dos, é indicó que el parentesco de Don Justo y Maximiliano era ampliamente conocido" (con especial énfasis). La conclusión de Lardé es que "estas historias….son tan absurdas que no merecen refutarse" — una línea peligrosa de adoptar cuando él mismo presenta una teoría al menos tan improbable como la que él mismo desacredita. ¿Que más puede hacerse para sustentar o descartar la identidad de Justo Armas con el ex-emperador Maximiliano? la prueba del DNA es una obvia posibilidad. La Tierra Ligera y otras fuentes reportan que tales pruebas han sido llevadas a cabo, y que los resultados apoyan una relación familiar entre don Justo y los Hasburgos. Un reporte detallado de como se llevó a cabo la prueba y qué fue justamente lo que reveló, deben esperar la publicación de los estudios del Arq. Déneke, ya sea por él mismo ó por otra persona.
3) La tercera posibilidad, por supuesto, es que don Justo Armas no fuese ni Maximiliano ni Rodolfo, sino alguien más. todas las posibilidades quedan cubiertas, una de las tres teorías debe ser la correcta. Sin embargo, este tercer caso por si mismo conlleva a misterios interesantes. Quien sea que haya sido, la súbita aparición de este culto, de habla alemana, descalzo en San Salvador y su prominencia en la sociedad salvadoreña es un fenómeno notable. Alguna conexión con la nobleza Europea es plausible, y aún parece muy posible que don Justo tuviese alguna relación con los Hasburgos. Pero eso no significa que él fuese Maximiliano ó Rodolfo. Favoreciendo la posibilidad de "alguien más" representa el hecho de que Don Justo dejó un un corto testamento, en el que el bosqueja su propio antecedente y especifica su edad en una manera en la que totalmente contradice ambas teorías de la "familia imperial". Por supuesto, si esto es cierto, la historia que según se dice le contó a su anterior amante Dona Amelie Arthés de Lardé no puede ser, así como tampoco su propia identificación como Maximiliano a un amigo de San Salvador. El Dr. Larde reimprime el testamento en su libro, y luego trata de demostrar que en el don Justo no quiso decir lo que escribió sino algo muy diferente (páginas 87-92). La explicación del Dr. Lardé no es convincente, aunque de nuevo, tampoco imposible. Parece más probable que don Justo no dijo la verdad a Doña Amelie cuando tuvieron relaciones íntimas. Esta idea encaja la hipótesis de Maximiliano, ya que bajo esa teoría don Justo hubiese tenido que jurar no revelar su identidad pero pudo haber considerado que tomar la identidad de Rodolfo era permisible y un igualmente impresionante sustituto. Por supuesto, si el fue "alguien más" él sencillamente pudo haber mentido. El no sería el primer hombre en inventar para si mismo un antecedente romántico para impresionar a una amante. Alguna e la evidencia circunstancial encaja igualmente bien con cualquiera de las 2 teorías de los Hasburgos. Fotos mostrando una fuerte semejanza entre el emperador Francisco José, Maximiliano, Rodolfo y Justo Armas, apoyan la idea de alguna conexión familiar. La evidencia del DNA se dice que llegó a confirmarlo, aún cuando no estableció justamente cual era dicha relación. Adicionalmente, la visita de los embajadores Austriacos implorando el regreso de don Justo, apoyan la existencia de una conexión con los Hasburgo, pero esto es igualmente consistente con cualquiera de las dos teorías La cuestión del tiempo, sin embargo, debería ser decisiva en distinguir entre ellas. Si puede ser demostrado que don Justo Armas llegó a San Salvador antes de 1889, el año de la presunta muerte del príncipe de la corona, esto eliminaría absolutamente la posibilidad de que fuese Rodolfo. He sido asegurado que este es el caso, y que hay evidencia documental demostrando que Justo Armas apareció en 1871(7). Tal fecha encaja bien con la hipótesis de Maximiliano. Por el otro lado, esta teoría implica una improbable (pero no imposible) longevidad para don Justo, quien hubiese tenido 104 años a su muerte en 1936. El periódico salvadoreño El Diario de Hoy publicó un obituario de don Justo Armas el 30 de mayo de 1936. "Cualquiera que ha participado en la vida social de El Salvador durante los últimos 60 años" dice, "conoce a don Justo Armas" quien fue el abastecedor de mayor prestigio en la capital. "Había un denso misterio alrededor de la vida de don Justo Armas" el obituario continua, mencionando en particular que el nunca utilizó zapatos o cualquier otro calzado. "Existieron especulaciones que el era el hijo bastardo de uno de los reyes de Europa", dice El Diario, y el artículo concluye que "El se ha llevado a la tumba el secreto de sus pies descalzos y de su origen noble". el obituario reitera que don Justo vivió "más de sesenta años" en El Salvador, lo que por supuesto apoya que su llegada ocurrió en los principios de los 1870s. Es un truismo que aserciones improbables requieren altos niveles de pruebas. Mientras que hay suficientes razones para rechazar la teoría de Rodolfo en la base del tiempo, lo mismo no puede ser dicho de la hipótesis acerca de que don Justo era Maximiliano. En la información públicamente disponible hasta el momento, incluyendo los libros de Lardé y Miralles, el veredicto debe ser que el problema se mantiene abierto. sin embargo, obtener evidencia adicional en la materia parece ser posible y de hecho pudiese existir. así que quizás en un cercano futuro esta fascinante hipótesis sera establecida definitivamente. Si la identidad de don Justo Armas como el Emperador Maximiliano puede ser probada, una gran cantidad de libros y lecciones de historia deberán se reescritos.
Notas:
1) Sylvia Nasar, Una mente Brillante. New York: Simon and Schuster, 1998. La biografía está dedicada a Alicia Larde Nash.
2) Dr. Enrique Larde, The Crown Prince Rudolf: His Mysterious Life After Mayerling. Pittsburgh: Dorrance Publishing Co., 1994. El pasaje citado abajo esta en la página 3.
3 ) Santiago Miralles Huete, La Tierra Ligera. Madrid: Ediciones de la Discreta, 2000.
4) Johann Georg Lughofer, Des Kaisers neues Leben: Der Fall Maximilian von Mexico. Vienna: Ueberreuter, 2002.
5) La situación y los argumentos de la muerte de Maximiliano son descritos por Jasper Ridley en su libro Maximiliano y Juárez [New York: Ticknor and Fields, 1992], páginas 275-276. Ridley no expresa duda de que la ejecución fue llevada a cabo.
6) Los que proponen esta teoría no aclaran si Juárez planeó la falsa ejecución por si mismo, o si meramente asintió con permitir el escape de Maximiliano organizado por otros
7) Comunicación privada entre el periodista salvadoreño Carlos Caña Dinarte, quien dice que los recien llegados de cierta prominencia eran registrados en el Diario Oficial. El Dr. Lardé, por el otro lado, no ofrece evidencia para apoyar la afirmación de una fecha de llegada en 1898, lo cual es requerido por su teoría. Ultima actualización: Sábado 29 de Mayo de 2004. Se terminó de traducir el viernes 27 de Mayo de 2005
Historial de Cambios:
21/03/2007: Se removió una nota del traductor en el que se comentaba erróneamente que el Arq. Déneke había conseguido la muestra de ADN de un descendiente de los Hasburgo el día de su boda con una salvadoreña en un hotel de la capital.
fuente:
http://www.tupila.com/blog/?page_id=5
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