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Traducido por Nadia Hasan y revisado por Caty R.
Fue en 1941, o quizás en 1942, cuando los nazis implementaron la «Solución Final», el exterminio de todos los pueblos no arios, que no sólo incluía a los judíos, sino también a los gitanos y a los serbios. Por lo tanto, el término Holocausto no es un derecho reservado © de la raza judía a pesar de que se lo atribuyen en mayúsculas.
Los números no son importantes, dejemos a los historiadores e investigadores que discutan sobre si fueron cinco o seis millones de judíos o si se trató de medio millón o dos millones de gitanos los que «subieron por la chimenea» [1] (no tengo un número para los serbios, pero quizás un millón de muertos a manos de los Ustase croatas, los nazis locales en la Yugoslavia de entonces, así como a manos de los ocupantes nazis alemanes).
Lo que importa acerca de la «Solución Final» es que se trataba de un proyecto patrocinado por un Estado no sólo para erradicar completamente a los «no arios», sino además para borrar cualquier rastro de su existencia, su historia, sus culturas y lenguas, lo que actualmente denominamos genocidio. Una lección apropiada para la creación del Estado de Israel, que para tal efecto, también exige la eliminación total de todos los elementos no judíos.
Los paralelismos con el estado nazi son evidentes aunque no se mencionan en absoluto en la actual tragedia del pueblo palestino, pero el Eretz Israel (Gran Israel) se deriva de la misma fuente, la necesidad imperial de ampliar y someter, para exterminar a todo lo que no es judío en la tierra de Palestina.
Y no hace falta indagar mucho en los libros de historia para encontrar que los fundadores sionistas de Israel señalan la ideología nazi de la década de 1930 como gran parte de su «inspiración».
«El sionismo se condena a sí mismo. El 21 de junio de 1933, la Federación Sionista de Alemania envió un informe secreto a los nazis:
«El sionismo no se hace ilusiones sobre la dificultad de la condición judía, que consiste sobre todo en un patrón ocupacional anormal y en la falta de una postura intelectual y moral no arraigada en la propia tradición. El sionismo reconoció hace décadas que, como resultado de la tendencia de asimilación, los síntomas de deterioro estaban condenados a aparecer, los cuales se intentan superar mediante la realización de su desafío de transformar completamente la vida judía.
«En nuestra opinión, una respuesta a la cuestión judía realmente satisfactoria sobre el Estado nacional se puede lograr sólo con la colaboración del movimiento judío que aspira a una unión social, cultural y moral de la renovación de los judíos; de hecho, dicha renovación nacional debe crear antes las premisas sociales y espirituales para todas las soluciones.
«El sionismo cree que el renacimiento de la vida nacional, como está ocurriendo en la vida alemana a través de la adhesión a los valores nacionales y cristianos, también debe tener lugar en el grupo nacional judío. También para los judíos el origen, la religión, la congregación religiosa y de grupo de conciencia deben tener una importancia decisiva en la configuración de su vida. Esto significa que el individualismo egoísta que surgió en la era liberal debe ser superado por un espíritu de civismo y por la voluntad de asumir responsabilidades».
Así pues, desde el principio vemos la idea de «pureza racial» integrada en el proyecto sionista. Avraham Stern, su infame Grupo Stern y sus seguidores anunciaron que:
«El NMO (National Military Organization), que está muy familiarizado con la buena voluntad del Reich alemán y sus autoridades gubernamentales hacia la actividad sionista dentro de Alemania y los planes sionistas de emigración, opina que:
1. Pueden existir intereses comunes entre un nuevo orden europeo basado en el concepto alemán y las verdaderas aspiraciones nacionales del pueblo judío tal cómo las encarna el NMO
2. Es posible la cooperación entre la nueva Alemania y un judaísmo nacionalista renovado.
3. El establecimiento del estado judío histórico sobre una base nacionalista y totalitaria y unida por tratados con el Reich alemán, estaría en el interés de mantener y fortalecer la futura posición de poder de Alemania en el Medio Oriente.
Con base en estas consideraciones y con la condición de que el gobierno del Reich alemán reconozca las aspiraciones nacionales del Movimiento de Liberación de Israel arriba expresado, el NMO en Palestina, ofrece tomar parte activa en la guerra como aliado de Alemania»
Brenner concluye esta sección diciendo,
«Colgaron a gente de toda Europa después de la Segunda Guerra Mundial por notas como ésta enviadas a los nazis. Pero estas traiciones contra los judíos eran prácticamente desconocidas en el período previo a la creación del Estado sionista en mayo de 1948» ‘51 Documents: Zionist Collaboration with the Nazis’, Lenni Brenner, Counterpunch, 22 de diciembre, 2002
Que se llevase a cabo dicha colaboración no es sorprendente, dada la historia del sionismo y el concepto de «pureza racial» que comparten el sionismo y el nazismo (esto no quiere decir que el sionismo y el nazismo hayan sido los únicos exponentes de la doctrina de la pureza racial).
En cualquier caso, ¿existe lo que se denomina raza judía? Después de todo, tanto los judíos como los árabes de Oriente Medio y el norte de África son semitas. Mi madre solía citar un chiste judío, «Un judío sólo es un árabe a caballo». No se puede decir lo mismo de la mayor parte de los judíos europeos que constituyen la mayoría en la Palestina ocupada.
Los meandros del sionismo son una maravilla para contemplar. Soy judío por raza, religión o cultura, pero el sionismo confunde las tres hasta el punto de que es imposible separarlas.
Los defensores de Israel sostienen que Stern y compañía no representan la opinión de la mayoría de los judíos que se establecieron en Palestina, una opinión que puede o no ser cierta, pero francamente es que ni aquí ni allí se menciona que los que lideraron la ocupación fueron fieles a la visión de Stern sobre Palestina como «la nación judía es propietaria de la tierra de Israel y los árabes palestinos sus ocupantes ilegales», según se menciona en una carta que recibí hoy.
Por lo tanto, el punto importante aquí es que a partir del día que se fundó Israel en 1948 su fuerza motriz ha sido la creación de un estado de «raza pura» para el «pueblo elegido» y como tal, de un modo u otro se ve obligado inevitablemente a la masacre de los habitantes originales que hemos presenciado en la Franja de Gaza.
Sólo se puede llegar a la conclusión de que la destrucción de la infraestructura física de la Franja de Gaza, por no hablar de los miles de muertos y heridos, tiene como objetivo convertir el lugar en inhabitable dejando sólo Cisjordania como el hipotético Estado palestino.
Por lo tanto, Israel también tiene su Solución Final para los palestinos, y el ataque a Gaza fue el colofón, después de sesenta años de «ablandamiento», dejando sólo una «operación limpieza» para Cisjordania, de la que alrededor de 66% ya está en manos de las tropas de primera línea de choque fascistas de Israel, los colonos armados hasta los dientes en su mayoría inmigrantes procedentes de Estados Unidos.
¿Solución de dos Estados? ¿Qué tal una solución final de un no Estado? La obscena destrucción de Gaza, presenciada por todo el mundo (a pesar de la BBC y otros medios de comunicación que intentaron dejarla fuera del ojo público), fue tan descarada como lo que hacían los nazis, tal vez todavía peor, habida cuenta de que se ha hecho en nombre de todos los judíos de todo el mundo. ¿Nunca más? ¡No me jodan!
Pero, ¿cómo puede ocurrir esto?
La opinión predominante en Occidente es que Israel, a causa de la historia de la persecución de los judíos tiene derecho a «defenderse» con cualquier medio que tenga a su disposición. Los judíos (o Israel o los sionistas, elija usted mismo), por lo tanto, constituyen un «caso especial», mientras que los palestinos no lo son.
Pero, ¿cómo puede haber una ley para Israel y no para los palestinos, perfectamente ilustrada por el actual furor en torno a la negativa de la BBC a transmitir la petición de ayuda a los palestinos? ¿Se esconde tras el rechazo la idea de que los palestinos son menos que humanos y por lo tanto no tienen derecho a asistencia humanitaria?
¿Y por qué son menos que humanos? Porque resisten, y por lo tanto hay que bombardearlos hasta que se sometan. Como prueba, basta con escuchar el lenguaje utilizado por los medios de comunicación -como la BBC- que describen regularmente a los palestinos que resisten como «terroristas» o «militantes» y por ende ningún palestino de la Franja de Gaza merece la ayuda ya que también son «terroristas» o «militantes». ¿A qué otra conclusión se puede llegar después de que la BBC decidiera que mostrar un video de petición de ayuda humanitaria compromete su «imparcialidad»?
¿Alguna vez se describe al ejército de «defensa» israelí como un ejército ocupante o se señalan sus acciones como terrorismo cuando riega las ciudades con fósforo o lanza bombas contra escuelas hospitales y hogares?
Parece entonces que los palestinos tuvieron lo que se merecían por no claudicar, por no rendirse, y por lo tanto no hay palestinos inocentes.
Chris Hedges, en un artículo para Truth Dig, hablando de la cobertura mediática estadounidense de la destrucción de Gaza, pero podría aplicarse igualmente a la BBC, escribió:
«Nos plegamos, como de costumbre, al vacío moral del periodismo estadounidense, el vacío del equilibrio y la objetividad. La ridícula idea de ser imparcial, al margen de la corriente de la existencia humana, impermeable a la tristeza, el dolor, la ira o la injusticia, permite a los reporteros dar cuenta fríamente la verdad y la mentira en igualdad de espacio y tiempo de transmisión. El equilibrio y la objetividad son el antídoto para hacer frente a las verdades desagradables, una forma de evasión, una manera de aplacar a los poderosos. Registramos la furia de un palestino que ha perdido a su hijo en un ataque aéreo israelí en Gaza, pero nos aseguramos de mencionar las «necesidades de seguridad» israelíes que incluyen declaraciones de funcionarios israelíes insistiendo en que hubo disparos desde la casa, la mezquita o la escuela; y por supuesto hay que hacer hincapié en el derecho de Israel a defenderse. Lo hacemos en todo Oriente Medio». En Gaza, los periodistas han vuelto a fracasar.
Éste es el periodismo «equilibrado e imparcial» al que se refiere la BBC cuando pretende justificar por qué se niega a mostrar el video [2].
Notas 1. La expresión «subir por la chimenea» fue utilizada por personas que vivían cerca de los campos de exterminio nazis, en algunos casos como amenaza para asustar a los niños que se portaban mal, y también se cita a menudo como prueba de que los alemanes corrientes sabían exactamente lo que estaba sucediendo en los campos de concentración.
2. Véase Sarah Gillepsie: «La BBC y la transformación del sufrimiento en propaganda»
Posdata:
Un informe del diario israelí Haaretz (26 de enero, 2009) ilustra la naturaleza corrosiva de la ideología sionista enmascarada, a mi parecer, como un mensaje directo de dios. Titulado «Publicación de los rabinos del ejército israelí en Gaza durante la guerra: Nosotros mostraremos piedad frente a la crueldad», contiene la siguiente cita distribuida a las tropas del ejército involucradas en la destrucción de Gaza, la primera del rabino Aviner,
«¿Es posible comparar a los palestinos de hoy con los filisteos del pasado? Y en caso afirmativo, ¿es posible aplicar hoy las lecciones de la táctica militar de Sansón y David? La comparación es posible, ya que los filisteos del pasado no eran nativos e invadieron viniendo de un país extranjero... Ellos invadieron la tierra de Israel, una tierra que no les pertenece, y reivindican la titularidad política de nuestro país... Hoy el problema es el mismo. Los palestinos afirman que merecen un estado aquí, cuando en realidad nunca hubo un Estado árabe o palestino dentro de las fronteras de nuestro país. Además, la mayor parte de ellos son recién llegados que llegaron aquí cuando la Guerra de la Independencia» [énfasis del autor]
Esta otra cita es un extracto de una publicación titulada «Estudios diarios de la Torah para el soldado y el comandante en la Operación plomo fundido», emitido por el rabinato del ejército de defensa de Israel:
«[Hay] una prohibición bíblica sobre la entrega de un solo milímetro de ella [la Tierra de Israel] a gentiles, a pesar de toda clase de distorsiones y patrañas de autonomía, enclaves y otras debilidades. No vamos a abandonarla en manos de otra nación, ni un dedo de la mano, ni una uña de éste».
En otra, repartida entre las tropas del ejército, pero que no forma parte de una publicación «oficial» del rabinato del IDF,
«Además de las publicaciones oficiales, grupos de extrema derecha han logrado distribuir panfletos con mensajes racistas en las bases del ejército. Uno de esos folletos se atribuye a ‘los alumnos del rabino Yitzhak Ginsburg’, antiguo rabino de la tumba de José y autor del artículo ‘Baruch the Man’, que alaba a Baruch Goldstein, quien masacró a palestinos desarmados en Hebrón. Hace un llamamiento a ‘los soldados de Israel a salvar sus vidas y las vidas de sus amigos y no mostrar preocupación por una población que nos rodea y nos perjudica. Les pedimos... que actúen de acuerdo con la ley ‘matar a los que vienen a matarte’. En cuanto a la población, no es inocente... Les pedimos que ignoren cualquier doctrina u orden extraña que confunda la lógica de la lucha contra el enemigo» [énfasis del autor].
Fuente: http://www.uruknet.de/?p=51268
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