El escenario es el siguiente.
Como sigo con una crisis de lectura tradicional al quedarme sin libros para leer (tengo, pero no sé, ustedes deben de también sentir eso a veces, cuando tienes algo para leer pero no es lo que quieres leer). Entonces me puse a ver peli, pero descubrí que estaba en la misma situación que con los libros. Así que me puse a buscar series nuevas para no aburrirme.
Aunque sigo esperando el estreno de The Walking Dead tengo que encontrar algo nuevo, el final de temporada de House no sé, por alguna razón me niego a ver a House feliz y algo en mí bloquea desear verlo. Dexter se estrena en 10 días, pero tampoco es suficiente tener que estar limitado a esperar una semana; voy bien con Burn Notice aunque estoy por terminar también la temporada, Rocky Blue también anda marchando, pero ya llegué al tope y ahora tengo que esperar otra semana.
Una vez en la radio escuché un verdadero axioma “si vas a ver una serie por primera vez, asegúrate que vaya en la cuarta temporada o más” ¿por qué? Porque si te gusta, estarás cubierto un rato y la verás sin que te dé el mono.
En esta búsqueda, me quedé mirando el canal Space por mero ocio y apareció de repente una serie llamada Leverage, a simple vista parecía más una serie de mediano presupuesto para canales de cable que no generan demasiada relevancia. Pero me gustó.
El concepto de la serie de esos que me gustan, esos de “grupo de especialistas resolviendo crímenes” aunque estos tienen un perfil diferente, en sí son ladrones que se dedican a robar a estafadores. Un ex agente de seguros especialista en descubrir fraudes, una ladrona de arte, un haker, un matón y una actriz. A primera vista suena medio boludo, pero la serie tiene un aire de cinismo que te agrada, en parte porque la motivación inicial es la justicia karmica.
El formato es de “un caso por episodio” sin ahonda mucho en una historia de trasfondo de larga duración, lo que te permite ver un episodio al azar sin la necesidad de tener conocimiento de una línea argumental. Más una novela de folletín que otra cosa. La formula funciona porque no exige demasiado del publico y le entrega un poco más de lo que el público podría esperar. Tal vez hijos de la crisis que se sintieron defraudados por el sistema bancario internacional, una especie de redención de parte de modernos Robin Hood. Pese a la moralidad de la serie (nosotros buenos, ustedes malos) permite jugar con cierto grado de violencia para entender que a final de cuentas, los que está del lado contrario de la ley son los protagonistas, no los malos de la serie. Una buena recomendación, así me quito el mono de las series.
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