Realmente hace mucho que no escribo, en gran parte se debe a conflictos cívico-militares con mi computadora, en la que la Republica Popular de Linux ha decido imponer su visión del mundo a los pueblos libres de Microsoft, negando libertades civiles tales como las tildes de los acentos y, en un atentado a la hispanidad, la letra “ñ”.
Por desgracia, el panorama financiero es desalentador, ya que las partidas de recursos destinadas a la defensa y restauración estructural de mi PC han sido reducidas para combatir al déficit presupuestario abarcado por el programa “one caguama per day” y la restauración de la industria del ocio por medio de una inyección de capital a la reparación del XBOX.
Por fortuna, la computadora del trabajo tiene un Word decente.
Para poder ponerme al dia, haré algunas observaciones de las cosas que han pasado. Primero que nada, le levanto con una noticia que parece ser que su relevancia es la confirmación de un secreto a voces, que consiste en la protección de la que goza el cartel de Sinaloa. En declaraciones en el juicio que se sigue contra “el tigrillo” hijo del Mayo Zambada, existe un pacto entre el Cartel de Sinaloa y la DEA para que este último los deje operar tranquilamente a cambio de información de los demás carteles. A simple vista puede ser una obvia mentira, más de un acusado ha soltado la declaración polémica para desviar la atención del acusado hacia los acusadores, pero en este caso, la historia de los acontecimientos y las diversas filtraciones que se han dado desde que en 2006 inició la guerra contra el narcotráfico, pueden darle cierto peso de credibilidad a las declaraciones otorgadas. Por otro lado, EEUU está en el ojo del huracán al convertirse en un ejemplo tácito de división política e ingobernabilidad; la humillación de Obama ante el radicalismo republicano del Tea Party (que màs de una vez ha comparado al presidente de EEUU con Hitler). Si bien el acuerdo se alcanzó, no dejó contento a nadie, y el hecho de que se haya hecho a último momento deja más dudas que respuestas y reservas que tranquilidad. Son pocas las veces en la que tanta gente el el mundo estuvo inconsciente de un hecho que habría atraído un caos financiero global de proporciones bíblicas (si es que en la época de Moisés había bolsa de valores).
Más allá del Atlántico, está España, la siempre mediocre y fracasada España, racista a ultranza, ignorante de nacimiento, eurofilica por su anhelo de pertenecer a Europa (Europa acaba en los Pirineos), donde cada medida anticrisis produce algo peor, los “indignados” como parvada de irracionales que piensan que sentarse en una plaza cambia el mundo sin tener idea de qué es lo que proponen, donde culpan a Zapatero de todo sin ejercer autocritica, como si hubiera sido el gobierno el que los obligó a sacar créditos hipotecarios de manera indiscriminada. No es pesimismo, pero el mundo no se cambia con un mayo francés, sino con una marcha a Versalles. Si algo odio como miembro de una sociedad, es al que se indigna sin tener idea de por qué, y piensa que el gobierno es malo porque es malo aunque no sepan que la ausencia de tal es mas malo.
Mas el tema que me tiene pensando desde hace días es Noruega. No me voy por el discurso fácil y reduccionista del terrorismo en sí; el terrorismo está asociado a una causa más grande que el mismo terrorista, cuya función es causar terror en la población civil para que esta ejerza presión en sus gobiernos, y así estos den marcha atrás en ciertas políticas que afectan a los pueblos reivindicados en el atentado. No, estamos ante una causa que nadie defiende, no es la Eurabia que tanto temía Fallaci, es más allá, es la xenofobia a niveles en los que se quiere el poder para uno. El autor de los atentados, ya en prisión exigió la dimisión del gobierno y que se le nombrara Jefe de las Fuerzas armadas, luego de haber matado a personas que en un mayoría no llegaban a los 20 años. En lo personal estamos ante un desequilibrado fruto de la propia Europa, una Europa en la que la Canciller Alemana había hecho la sentencia de que el multiculturalismo había fracasado. Ejemplos de ignorancia hay más, desde el cantante Morrisey comparando la masacre con la que le hace McDonalds a la vacas o, mucho peor, el “reportero” de Televisa Guadalajara Iván Mendo haciendo la analogía más estúpida del año al afirmar que Guadalajara tiene baches y las grandes metrópolis no, pero las grandes metrópolis como Oslo tienen locos terroristas, así que una ciudad con baches no tiene terroristas, neuronas Iván, eso es lo que tampoco se tiene por lo menos en tu cabeza. No hay quien admire lo que pasó, tengo conocidos de extrema derecha que repudian el hecho, las ideas de Andres Behring no las condenan (puesto que esl el mismo discurso paneouropeo y xenofobo) pero sí el accionar contra jóvenes que ni la debían ni la temían, no es como el atentado de la AMIA que iba contra una colectividad identificada como la enemiga o los atentado de Oklahoma que iban dirigidos contra oficinas federales. La reacción de mis conocidos es la misma de los atentados del 11-M, la derecha ataca a gente asociada al gobierno o minorías, no contra trabajadores civiles que son víctimas del mismo Estado opresor. Nadie cantará lo que sucedió en Noruega, al contrario, enciende la alarma de alerta, el enemigo de Occidente está en casa y es una creación de éste mismo. El mundo islámico puede dormir el sueño de los justos, aunque en este mundo siempre nos despierte una pesadilla a media noche.
El resto es historia.
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