Lentamente se consolida como género cinematográfico. Lo que bien pudo parecer aburrido o sin sentido en otra época, hoy día es una moda que, aunque no haya tantas como uno se espera, sigue siendo una corriente medio en boga como para tener atención.
Me refiero al género que va más allá del “basado en hechos reales” sino al de “esto es, o una recreación inspirada en las anotaciones dejadas” o “les vamos a pasar los videos que dejaron”. Así, uno va al cine esperando terminar cagado del miedo por las imágenes que le van a presentar porque no solo serán aterradoras, sino que estarán cargadas con un supuesto trasfondo verídico. Sin olvidar que visualmente no irá más allá del “cámara en mano” que por ser amateur no permitirá la edición.
En esto hay que hacer una aclaración, películas como Diary of the dead de George A. Romero y la española Rec aunque sean de cámara en mano todo el tiempo, desde el comienzo se sabe que es ficción, así que no encaja en el formato que hablo, donde el valor agregado es que creas desde un inicio que esas cosas sí pasaron (y no hay forma de comprobarla porque, precisamente, los implicados murieron en los acontecimientos). Recién ayer y anteayer miré dos pelis de este género, the four kind y Death of a ghost hunter películas de ovnis y fantasmas respectivamente.
The Four Kind
Narra la historia de Abygail Tyler una psicóloga que realiza una investigación sobre trastornos de sueño en un pueblo de Alaska, donde descubre una relación entre los patrones de sueño de sus pacientes que se repiten constantemente hasta que, obviamente, le toca a ella (otra característica especial de estas filmaciones es que tienen que comenzar con que los protagonistas son escépticos a estos fenómenos). Iría todo bien, pero cuando a uno le imponen la veracidad de un relato con una Mila Jojovich alegando desde la primera escena “esto es real y nosotros solo estamos dramatizando los hecho reales” aderezándolo con los supuestos videos que sí se dieron en su momento superponiendo las imágenes para que veas “que sí es cierto”. Pero no con el toque la de bruja de Blair que en realidad crees que es posible porque está perfectamente cuidada. En este caso es más bien forzada, y las escenas en teoría de terror sabes cuándo van a llegar (cuando hay video) y entonces no permaneces en suspenso.
Death of a ghost hunter
En este caso, como con Actividad paranormal la única referencia es en los títulos iniciales y arréglense, pero en este caso no es todo cámara en mano, sino que esta seccionada en diferentes momentos, cosa que de todas formas funciona porque no esperas eventos en las cámaras, sino que estas son circunstanciales. Es la historia de Carter Simms, afamada investigadora paranormal que va a una de esas casas malditas a hacer una investigación acerca de una masacre que se dio ahí. El plus de la peli es que muchas de las cosas que se dicen sí se llevan en una investigación paranormal seria (sí, existen los investigadores serios) y no te fuerzan a creer que es cierto, además de que la historia es más creíble desde el punto de vista de que es una supuesta dramatización de unos diarios de Carter (lo que rompe el argumento porque ella no puede haber puesto en su diario diálogos que no vio). En sí, con menos presupuesto y actuaciones casi mediocres, es mejor que la superproducción de Jojovich. y Dios mio, la niña te saca un susto del culo.
En momentos me gusta este género, tiene un toque agradable que se disfruta con las luces apagadas, además de que, por su baja calidad visual, se tienen que esforzar en otras áreas que generen miedo, por lo menos no son esas porongas gore japonesas (disculpen, pero yo espero algo más que tripas). Ok, no es el mejor cine del mundo, pero mínimamente entretiene con el guion, no con las escenas.
El resto es historia.
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