14 jul 2010

Cuatro episodios franceses.


“Era bueno pelear, pensaba. Era como limpiar sentinas. Era estupendo para la circulación de la sangre y lo jugos gástricos volcar en los puños toda la angustia, y el malhumor, y la desesperanza  que lastraban el alma. Era casi terapéutico que la acción dices tregua por un rato para el pensamiento, y que los impulsos atávicos de cuando el ser humano entre la muerte, o entre la supervivencia reclamasen su parte en el juego de la vida. Quizá por eso el mundo iba como iba, reflexiono. Los hombres habían dejado de pelear porque estaban mal vistos, y eso los estaba volviendo locos.”
Arturo Pérez-Reverte
“La carta esférica”

“La revolución mis amigos, no puede hacerse con agua de rosas”
Roger Dantón

“Aquel que ha permitido que abuses de él, te conoce.”
William Blake
“el matrimonio entre el cielo y el infierno”

Allons enfants de la Patrie
Le jour de gloire est arrivé !
Contre nous de la tyrannie
L'étendard sanglant est levé !
(Marchemos, hijos de la patria,
Que ha llegado el día de la gloria.
El sangriento estandarte de la tiranía
Está ya levantado contra nosotros)
“La marsellesa”

CUATRO EPISODIOS FRANCESES
1. LA BASTILLA
14 de junio de 1789
            han pasado ya tres horas desde que pudimos derribar la maldita torre, nunca lo imaginé, ver a tanta gente unida para hacer algo. Eso si que es algo que reanima el espíritu francés. El día de hoy será recordado por los siglos venideros como un nuevo inicio para la vida de un nuevo mundo. Hoy es Francia, mañana será Alemania, después España, Portugal, Italia ¡todas ellas serán absorbidas por la revolución! ¡Incluso Inglaterra caerá a nuestros pies! hoy es un nuevo día para los campesinos del mundo ¡gritaremos a los cuatro vientos y que Dios me será de testigo cuando digo: VIVA LE FRANCE! ¡MUERTE A LA CORONA!

            Louis cerró su pequeño cuaderno cuando se encontró con su padre, un viejo campesino que había matado  hace apenas unas horas a tres soldados de la prisión. Ahora llevaba una bolsa con pólvora que había sacado de adentro y trataba de llenar algunos mosquetes.
            Louis lo trató de ayudar, pero cuando trató de acercarse a él tropezó con lo que antes había sido la pierna de un guardia, no sabía si izquierda o derecha. La miró por más de quince segundos, se imaginó al soldado amputado lo que tendría que hacer para poder conseguir una pensión para su familia, el rey solo tenía para él. Hasta que por fin llegó a su padre.
            --Padre ¿le ayudo?
            El adulto lo miró.
            --¿¡tú qué puedes saber sobre armas!? ¡Ve a ayudar a tu madre!
            Louis caminó con dirección a donde estaba su madre curando a los que habían caído heridos. Uno de ellos es Ferdinand, un viejo rival de amores de Louis. Esa mañana los dos estaban a punto de pelear por una joven que había cortejado con los dos, cuando oyeron los gritos de los miembros de la asamblea.
            “El rey acaba de suprimir la Asamblea”
            eso no agradó a nadie en la ciudad, todos se comenzaron a reunir para armar una ejército que pudiera tomar lo que les pertenece, y marchar a Versalles. Necesitaban reabastecerse y se dirigieron hacia a prisión de la Bastilla, un lugar en el que saben que encontraran municiones. Ferdinand y Louis fueron a unirse a la marcha, separándose cuando el alboroto inició.
            Ahora estaba sentado, sin una mano, tratando de sentir si aún tiene movilidad; su cara está llena de lágrimas.
            Antes de llegar a su madre Louis escuchó que estaban listos para partir hacia Versalles.

2. LIBERTADIGUALDAD Y FRATERNIDAD

6 De septiembre de 1793
cuentan las crónicas que cuando Luis XVI se enteró de lo que sucedía en París pregunto “¿es una revuelta?” y que el sirviente le contesto “No señor, es una revolución”. Esas son el tipo de palabras que despiertan un sentimiento nacionalista y nos ayuda a continuar.
            Hace unos días fue presentada “la declaración universal de los derechos del hombre y del ciudadano” donde tenemos por fin lo que deseamos, ahora podremos llegar a ser incluso reyes.

            Louis cerró su cuaderno, a su lado tenía un reo que estaba listo para la guillotina.
            Louis nunca la había visto. La magnificencia del genio benevolente de Guillotel y su grandiosa cuchilla nacional, ese invento le había ahorrado miles de francos y iempo en ejecuciones, cosas que, según Louis, eran más importantes para la revolución.
            Miró a su reo, tenía la cara pálida y rastros de golpes. Hace una hora, había leído la acusación del hombre: un informante anónimo la había denunciado de haber dicho “muerte a la Francia, que viva el Rey”; nunca le dijeron quien lo acusó.
            --¿Qué escribía?—pregunto el reo.
            --No le interesa.
            --Ya nada me puede interesar, mi único crimen fue ser un buen comerciante y tener un socio que ambicionaba mi fortuna—respondió cabizbajo—. Ese hijoputa de Robespierre me caga los huevos.
            --¿es usted español?
            --Cagoenloshuevos ¡claro quesoy Esfañol! mi nombre es Javier, soy de Madrid, vine aze tres años a apoyar la revolución, cuando trasladaron a los reyes me dedique al comercio y termine en ezta coza.
            --Sus culpas debió tener.
            --Mecagoenlahostiadelaputisimaquetepario. ¡¿Qué no entiendes?! La maldita revolución acabará con toda Francia, después seguirá España y Alemania, no se canzará hasta no acabar con todos los librepensadores del planeta. ¡huye! ¡que todos huyan a las casas de sus padres para advertirles de la terrible consecuencia de la llegada de la revolución! ¡Dios te maldiga a ti y a tus hijos! ¡maldita seas Francia!
            --¡y también lo sean la pérfida Albión y la Hispania de dónde vienes¡--gritó con furia al momento de que trataba el mismo de ejecutarlo, no le importaba nada que no fuera terminar con la vida de ese español, de ese que no tiene sangre de francés. Hasta que fueron separados por un oficial mayor que le apartó para llevarlo a la guillotina.
            --¡Oídme bien joven francés, que Danton ya lo predijo! ¡tu maldita revolución terminara por devorarte, como saturno a sus hijos! Dentro de poco te hundirás en la miseria y clamaras por un libertador que regrese los principios de la zagrada monarquía en la que el legítimo gobernante de Francia, es decir, el Rey Luis XVII, ya que ustedes, pérfidos hijosdelagranputa, questa dicho por todos, que lo mataron a traición en la guillotina! ¡Ustedes franceses se rendirán ante un nuevo señor dentro de poco!
            Esto decía al momento de que le colocaban el arnés para que no se zafara. La guillotina cayó al grito unísono de ¡VIVA LE FRANCE!

3. EL DIRECTORIO

doce de Vendimiario del año II

hace unas semanas me topé con Ferdinand, su postura había cambiado totalmente, recientemente lo habían denunciado porque presentaba una actividad radical hacia el gobierno del directorio, decían que negaba la existencia de gobierno alguno. Ahora se quedaba en la casa de los Bellegarrigue. El señor Anselmo Bellagarrigue lo hospedo mientras encontraba un modo de irse. He decidido hacerle una visita para ver como está.

            Cuando la doncella del señor Bellagarrigue abrió la puerta y miró el uniforme de general del directorio puesto en Louis abrió inmediatamente y sonrió de modo complaciente al momento de que iba a buscar a Ferdinand.
            Louis se sentó en la sala pensativa hasta que una voz lo despertó.
            --¿Louis?
            La voz de Ferdinand retumbó en los oídos de Louis.
            --Louis ¿Qué haces aquí?
            --Vengo a visitarte, eso es todo.
            --Si, recuerdo que nos vimos en pluviose.
            --¿Qué me cuentas Ferdinand? ¿supe que te denunciaron?
            --Ya sé que lo sabes, en el directorio nadie es sordo.
            --¿Se podría saber por qué lo hicieron?
            --Por decir la verdad, por decir que estaríamos mejor sin monarquía ni gobierno, porque la ausencia de estos genera el verdadero orden.
            --No seas estúpido ¿Cómo puede generar orden la anarquía?
            En eso lo tomo del brazo y lo llevo hasta un estudio donde tenía grabados varios dibujos de un circulo con una “A” mayúscula resaltada en el centro. Pero en la pared estaba escrita una secuencia cuidadosamente grabada, para que quedara eterna para siempre, aunque la revolución haya triunfado:

Quien dice anarquía, dice negación del gobierno;
Quien dice negación de gobierno, dice afirmación del pueblo;
Quien dice afirmación del pueblo, dice libertad individual;
Quien dice libertad individual, dice soberanía de cada uno;
Quien dice soberanía de cada uno, dice igualdad:
Quien dice igualdad; dice solidaridad o fraternidad;
Quien dice fraternidad, dice orden social.

Louis no podía soportar la clase de disparates que estaban escritos dentro de esa habitación.
            --Esta es la habitación del señor Bellagarrigue, ahora no está, así que yo la utilizo como estudio.
            --¿Toda esta estupidez es el trabajo de tu vida? ¡Maldigo ante Dios que tu perdida de fe te valdrá muy caro!
            Ferdinand respondió:
            --Toda la vida pensarás que la revolución lo solucionó todo, lo único que hizo fue sacar a unos del poder para poder poner a otros y así continuar con la cadena de vicios y corrupción que vienen con el cargo.
            Louis se detuvo ofendido y exclamó:
            --¡Mon dieu! Ferdinand, que tus palabras desaparezcan de tu boca. Tengo órdenes del directorio de matar a todo el que muestre síntomas subversivos.
            --Anda ¡Matame! Pero de mi sangre nacerán más hijos que refinaran sus movimientos. ¿No lo entiendes? Cuando tú dices gobierno, dices negación del pueblo; cuando dices negación del pueblo, dices afirmación de la autoridad política; cuando dices afirmación de la autoridad política; dices dependencia individual; cuando dices dependencia individual, dices supremacía de clase; cuando dices supremacía de clase, dices desigualdad; cuando dices desigualdad, dices antagonismo; cuando dices antagonismo, dices guerra civil. Para nosotros, quien dice gobierno dice guerra civil.
            Louis ya ha sacado el arma.
            --¡Calla!
            --Louis, tú mismo lo viste el año pasado con los Jacobinos. Están ansiosos de poder, además ¿Sabes cuándo ejecutaron a Robespierre?
            --El 10 de Termidor—decía sin soltar el arma.
            --¡así es!—gritaba cada vez más excitado—apenas un día después de que la convención lo derribó. ¿Ese es el destino de los dirigentes? ¿Gobernar por un tiempo y ser destruido por otros que ambicionan reinar? Si continúan en esto llegará el día en que todos se arrepientan y ya no sepan cómo salir de esta situación. ¡Nosotros somos lo clave para poder solucionar los problemas! ¡Vamos  Louis, únete!
            --¡Bastardo hijo de puta! ¡Rediez!
            Louis apuntó su mosquete al pecho de Ferdinand
            --¡no existen en estos tiempos las ideologías! ¡Solo existe un “ismo” rey! ¡la ideología del poder!, ¡no es el jacobinismo lo que temen los legitimistas, los orleanistas ni los moderados, es el poder de los jacobinos!
            La punta acuchillada del mosquete de Louis atravesó el lado izquierdo del pecho de Ferdinand, quien cayó al suelo inmóvil y sangrante.

4. LA GRANDE ARMEÉ

Moscú

            Estoy comenzando a tener mis dudas acerca de si Napoleón planeó bien la invasión a Rusia, el frió es intenso y cada vez que siento que tengo hambre, recuerdo que ya no tenemos comida.
            Junto a mi hay un grupo de españoles con cara de mala leche, el batallón 326 de infantería, dicen que fueron reclutados a la fuerza en Portugal hace dos años. no lo dudo, son pocos los que gustamos de luchar junto a nuestro emperador. Los españoles no tienen carácter.
            Uno de ellos dice que Le petit cabron—así es como llaman al emperador—les jodió bien el negocio en su patria, pero que todos los ciudadanos españoles están haciendo los suyo en las calles.

            Louis interrumpió su escritura cuando escucho las trompetas de los generales. Al parecer, alguien había comenzado un incendio en el Kremlin. Por todos lados se alcanzaba a ver correr soldados con baldes de agua intentando apagar el fuego.
            Los rusos, esos benditos rusos.
            Napoleón ordenó le retirada de Rusia, había sido un golpe terrible para el imperio tener que abandonar la región. Todo el ejército iba desmoralizado sin deseos de regresar, pero con un rechazo inimaginable hacia quedarse en ese lugar.
            El ejército del que alguna vez dijo Napoleón regocijándose: “no debe ser una armada ordinaria, ahora se llamara la gran armeé” una armada que viajaría bajo la sombra del águila imperial. Ahora diezmado por el frió, el hambre y las esporádicas escaramuzas por parte de los rusos.
            --Jamás regresaremos—dijo un joven a lado de Louis, quien ya tenia 37 años.
            --Lo sé. Pero juro ante Dios que luchare hasta morir por el emperador.
            Al terminar de decir eso, una bala de cañón destrozó el tórax del joven con el que conversaba; al frente de ellos había una división de cerca de 10,000 rusos. Estaban custodiando el puente de Beresina. El grito de algunos franceses levanto los ánimos de otros y la batalla comenzó.
            Louis corrió hacia el regimentó de artillería y tomó uno de los cañones, lo rellenó de pólvora y lo cargó. Cuando estaba a punto de encender la mecha una bala de caños destrozó su rostro dejando un cuerpo sin cabeza.

Louis de Blanche, Teniente general de la primera división de infantería del ejército imperial. Al servicio de la república y de la revolución desde 1789. murió al intentar tomar el puente de Beresina después de la fracasada campaña napoleónica hacia Rusia.

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